ECONOMíA
Pérez Companc, Roggio y Supermercados Coto
Oscar Vicente.
Dolarización
“La dolarización nos favorece. Facilita nuestro negocio, ya que en el mundo petrolero todos los precios de referencia son en dólares. Estamos acostumbrados a pensar en proyectar en dólares. Por eso creo que no sería mala una dolarización. Por el contrario, bien podría ser una forma de recuperar la credibilidad en la moneda que se maneja localmente. Indudablemente, es el dólar la moneda que eligieron todos los argentinos, la que desean tener para preservar sus ahorros. La dolarización no me parece mala. Pero no creo que sea éste el momento oportuno para instrumentarla.”
Aldo Roggio.
Créditos
“Las perspectivas para el 2002 son decididamente malas. Hace dos años el sector tenía trescientos mil puestos de trabajo. Ahora sólo 100 mil. Una de las dificultades que enfrentamos de rutina es saber que cada tanda de obreros que quedan sin ocupación cada vez que termina un proyecto están condenados, porque no tienen posibilidades de volver a emplearse. Para colmo, ahora no hay posibilidad de financiar ningún proyecto: estamos sin financiación y afectados por la inseguridad jurídica respecto de las deudas contraídas antes de la devaluación. La depreciación del peso tuvo un efecto fuertemente negativo.”
Alfredo Coto.
Implosión
“La gente mía... que no gana la gran plata, pero hablo de directores, gerentes, de gente que tiene trabajo, tuvo que tomar los fierros, esperando que los desocupados atacaran los locales. La consigna fue clara: si esto se destruye, ustedes pierden su trabajo y nos perjudicamos todos. Veíamos cómo había gente que llevaba carros llenos de mercaderías y la policía observaba impávida. Los intendentes aseguraban que no se podía ordenar ninguna represión porque no había estado de sitio (en alusión a los incidentes vividos durante los saqueos de diciembre)... El panorama es cada vez peor: 30 por ciento de desocupación y sin crédito. La economía implosionó.”