EL PAíS › EL PRESIDENTE DECIDE TRAS SU VIAJE INTERNACIONAL
A darle la mano a Pastrana
Por Diego Schurman
Eduardo Duhalde definirá la próxima semana si finalmente la Argentina condena a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El Presidente tomará la decisión luego del encuentro de jefes de Estado que se realizará en Monterrey, donde escuchará la propuesta que llevará su par mexicano Vicente Fox. Así lo informaron a Página/12 fuentes oficiales, que se negaron a emitir opinión sobre el reclamo de los senadores para que el Gobierno se abstenga de votar contra las políticas de Fidel Castro.
El voto de condena a Cuba apareció en el horizonte de Duhalde como un atajo para llegar a un acuerdo político con los Estados Unidos que luego permitiera destrabar la ayuda financiera. Ante los corresponsales mexicanos, el Presidente sugirió el miércoles que se mantendrán las relaciones carnales impuestas por Carlos Menem y asumidas por Fernando De la Rúa.
De la misma manera, anoche se evaluaba la posibilidad de efectuar una escala en Colombia, tras la gira mexicana, para dar no sólo un fuerte respaldo al presidente Andrés Pastrana sino también a la política norteamericana contra las FARC.
Semanas atrás, el Departamento de Estado le había propuesto al canciller Carlos Ruckauf que la Argentina fuera el patrocinante del proyecto de condena. Pero la falta de respaldo político, que finalmente se materializó ayer en el Congreso, hirió de muerte la iniciativa.
Raúl Alfonsín, uno de los referentes de la sociedad que formaron radicales y peronistas para gobernar, es el más férreo opositor de la condena a Cuba. Aún si esto produjera cortocircuitos en las negociaciones con los Estados Unidos y el Fondo.
Ruckauf también planteó en su momento que había que cuidar el frente externo. En buen romance, no romper el buen diálogo con el resto de los países latinoamericanos. De hecho, Brasil –aliado estratégico en materia comercial– hizo conocer su preocupación por el eventual patrocinio argentino.
Una versión que circuló con fuerza en las últimas horas, y que también manejaba el Ministerio de Relaciones Exteriores, es que el presidente de Perú, Alejandro Toledo, se había ofrecido para ser punta de lanza en el voto contra Cuba. “No lo tenemos confirmado, pero podría ser una opción”, reconoció una alta fuente del Gobierno.
Duhalde ahora prefiere caminar con pies de plomo hasta volver de Monterrey, donde estará codo a codo con sus pares del continente. Incluso con George W. Bush, a quien buscará para lograr la foto más deseada. El mandatario norteamericano le está dando a ese encuentro, que se realizará entre el 18 y 22 de marzo, un lugar de privilegio en su agenda.
¿Un ejemplo?: la palabra “Monterrey” salió cuatro veces de su boca durante el discurso que ayer dio en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo, en Washington, ante la presencia del músico de U2 Bono, y del presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.
Duhalde quiere escuchar especialmente los términos del diálogo de Fox con Fidel Castro, y sondear luego la postura que adoptarán los otros mandatarios. “Estamos viendo la posibilidad de exigir la supervisión acordada en las cárceles, para que los presos políticos tengan garantías. Pero todavía no hay una decisión tomada”, señalaron a Página/12 fuentes de la cancillería.
Aún así, no parece sencillo encontrar un camino intermedio entre la abstención y la condena a Cuba. Martín Redrado, actual secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, aseguró a principio de año que la Argentina se inclinará por la última opción.
Sin embargo, la prudencia se apoderó abruptamente del Palacio San Martín. “Duhalde decide, nosotros ejecutamos. Y Duhalde todavía no decidió”, dijo un alto funcionario de la cartera, más hermético que diplomático.