ECONOMíA
La inhibición no va a andar
Hubo una publicidad de whisky Añejo W cuyo remate se hizo famoso: “No va a andar”. Esa frase, creada por Jorge Schussheim, se pegó en el lenguaje cotidiano de los argentinos en los años ‘80. Ahora, la frase bien puede aplicarse a la presunción de los funcionarios acerca de la ola de inhibiciones sobre bienes y cuentas bancarias argentinos en los Estados Unidos. Los reclamos “se caerán en los próximos días”, dijo, seguro, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Sobre el pedido de embargo de dos cuentas de Correo Argentino SA, Fernández desestimó que pueda haber problemas, porque “no va a tener ningún tipo de legitimación” de la Justicia estadounidense. Para el Gobierno, las inhibiciones, y en particular el reclamo de embargo sobre dos cuentas bancarias de una empresa privada, forman parte de “un juego de presiones” por parte de los acreedores privados, en medio de la pulseada por la renegociación de la deuda. Fernández concluyó: “Se está buscando un efecto psicológico tratando de que la Argentina se atemorice”.
Hoy vence el plazo para que los acreedores extranjeros argumenten a favor del embargo de las dos cuentas de Correo Argentino en Nueva York, por 11,5 millones de dólares. El procurador del Tesoro, Horacio Rosatti, recomendó, a su vez, “ser optimistas”. Habrá que serlo, si se toma en cuenta que el “no va a andar” de la publicidad terminó significando lo contrario a lo que proclamaba: el whisky Añejo W resultó un éxito de ventas.