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Desde la última actualización anterior se advierten algunos cambios que merecen ser tenidos en cuenta. Entonces decíamos que era “baja la relación Tributos/PBI”, no sólo en comparación con la vigente en países de altos ingresos sino con los de desarrollo semejante (por ejemplo, Brasil y Chile). Sin dejar de serlo, en jurisdicción nacional, ha crecido de 16,51 por ciento en 2002 a 22,55 por ciento en 2004. Ello se funda, especialmente, en el incremento del PBI, del consumo, el deslizamiento de los precios, la inversión real y las importaciones, así como también una baja en los índices de desocupación y subocupación. Si se suman los tributos provinciales y municipales, se llegaría aproximadamente al 26,0 por ciento.
En forma paralela ha bajado la relación “gasto total consolidado/PBI”, que en 2001 ascendía al 35,65 por ciento, pues en 2003 fue solo del 29,41 (en 2004 se lo estima en igual nivel). Esto se operó casi automáticamente debido a que los gastos crecieron 25,0 por ciento frente a los precios combinados, que lo hicieron por encima del 80,0. Los rubros más “castigados” fueron Seguridad Social (jubilaciones), Salud y Educación; los cuales –en conjunto– sufrieron una “poda” de 15 mil millones de pesos (3,0 por ciento del PBI). La remuneración de los agentes estatales se redujo en términos reales en un 27,7 por ciento. En consecuencia, se ha agravado la regresividad global del sector público. Este ha sido el costo de lograr un superávit primario equivalente al 3,5 por ciento del PBI.
En cambio, cabe ratificar que no ha habido cambios importantes en cuanto a la estructura regresiva del esquema tributario vigente respecto a la distribución del ingreso. La “carga tributaria” está compuesta mayoritariamente por impuestos que recaen sobre la variable consumo e incluso en el caso del que lo hace sobre la renta neta. La recaudación más significativa, en este caso, se obtiene en cabeza de las empresas (SA y SRL) que, por ser precalculable, se incorporan al costo y se traslada, provocando un semejante “efecto-precio”.
Por ello se insiste en enfatizar sobre:
a) Proliferación de regímenes especiales y exenciones que restan universalidad a la imposición.
b) Ejercicio del poder fiscal en muy alta proporción por parte de la Nación, disponiendo las provincias de facultades y posibilidades muy restringidas –casi residuales– que invalidan la vigencia del “principio de correspondencia”. Este aspecto debe conciliarse con la ejecución a nivel local de la mitad del gasto consolidado y la prestación de servicios esenciales a su cargo (seguridad, justicia, educación primaria y secundaria, salud, vivienda e infraestructura).
c) Permanente modificación de las normas y casi diaria emisión de resoluciones que quitan permanencia al régimen legal, conspirando incluso en el logro de un correcto conocimiento y aplicación, tanto por parte de la administración pública como de los contribuyentes.
d) Principal preocupación por acentuar el poder discrecional y –frecuentemente– arbitrario a cargo de funcionarios de nivel medio –e incluso bajo– de AFIP.
e) Escasa eficiencia de dicho organismo que llega a límites inaceptables en el área de seguridad social y aduana.
f) Todos estos temas específicos se insertan en un contexto de mucha mayor amplitud que debe ser corregido, razón por la cual es necesario tener en cuenta otras facetas fundamentales, concurrentes y condicionantes.
g) Resistencia a encarar el estudio de una reforma integral por parte de especialistas independientes con vistas a su futura implementación. Hasta ahora se ha descartado y la voz cantante sobre este particular es el jefe de los recaudadores que, obviamente, no es experto en política tributaria ni económica.
De todas las sugerencias hechas en su momento por el Grupo Fénix, sólo se adoptó el tratamiento sugerido para los activos accionarios en el Impuesto sobre Bienes Personales. Al aplicar ese criterio, en 2003 ingresaron 1603 millones de pesos contra sólo 524 millones de 2002, cumpliéndose nuestra previsión.

* Extracto del documento “Actualización consideraciones sobre la Reforma Tributaria”, trabajo que se presenta en las jornadas del Plan Fénix que se desarrollan desde el martes hasta mañana.