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En su tarea de correr metas a medida que el gobierno de Eduardo Duhalde responde a sus demandas, la misión del Fondo Monetario Internacional que visita la Argentina centró su mira en la emisión de las cuasi monedas provinciales. Pero a pesar de las exigencias del organismo, una fuente gubernamental dijo a Página/12 que ya no esperan que arribe dinero fresco. “Lo máximo a lo que podemos aspirar son migajas o que vayan postergándonos vencimientos”, graficó la fuente.
La emisión de bonos provinciales y su progresivo rescate fue una de las principales preocupaciones de la delegación del FMI que permanece en el país con el objetivo de auditar el programa monetario. Si bien los compromisos fiscales firmados entre la Nación y las provincias contemplan el freno de la emisión de nuevas partidas de bonos, se teme que en caso de fracasar las proyecciones gubernamentales, algunos distritos recurran nuevamente a la emisión.
Una de las tantas misiones que trabajaron en Buenos Aires había dejado trascender que el postergado acuerdo podría contener una partida de financiamiento para que el Gobierno pueda comenzar a rescatar los bonos provinciales. De allí que el grupo técnico reclamara un detallado informe de esos títulos y las condiciones en que fueron emitidos para evaluar cómo calzan con el programa monetario diseñado por el Gobierno.
Pero al margen de la continuidad del juego de indicaciones, ambas partes ya saben que no vendrá dinero fresco. Una fuente del Gobierno dijo a este diario que si vienen fondos serán recién luego del recambio presidencial. Frente a este panorama, la apuesta de máxima es la postergación de los vencimientos con el organismo. La fuente también se esperanzó en que a fin de año Argentina reciba como “fondos frescos” 1200 millones de dólares que serían una “devolución” de lo pagado durante este período.
En esta línea, el encargado para América latina de los Estados Unidos, Otto Reich, manifestó que la Argentina tiene el apoyo “del gobierno y el pueblo” estadounidense para enfrentar la crisis, pero advirtió que habrá ayuda “en cuanto exista un plan (económico) coherente”. “Habrá aún mayores esfuerzos de los Estados Unidos a medida que el gobierno de la Argentina tome los pasos necesarios y acordados con la comunidad internacional”, dijo.
No obstante, el funcionario reconoció la tarea hecha por el país. “Hubo muchos progresos en las últimas semanas y hay un aumento de la confianza del Fondo en la Argentina, lo que significa que algo se está haciendo bien”, sostuvo. “Las condiciones impuestas por el FMI ya han sido cumplidas; la Argentina tiene suerte porque tiene buenos amigos como los Estados Unidos y organismos como el FMI que están ayudando. Pero la recuperación brotará de los propios argentinos”, concluyó.