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“Pensábamos en una moneda flotante antes de estos acontecimientos, pero en esta etapa el ministro de Economía (Jorge Remes Lenicov) estima que puede durar entre un trimestre, o cuatro o cinco meses”, señaló Duhalde en referencia al sistema desdoblado de cambio, con un tipo oficial a 1,40 peso y otro en el mercado libre. El mensaje resultó tranquilizador para los funcionarios del Fondo Monetario Internacional, que cuestiona los sistemas de cambio múltiple. El director gerente del FMI, Horst Koehler, mostró sus reflejos y pocas horas después, desde Washington, dijo estar “alentado” por la decisión del nuevo gobierno argentino de aplicar tan sólo de forma provisional el tipo de cambio dual. Koehler afirmó que ese sistema “implica muchos problemas y futuros obstáculos” y consideró como “una buena noticia” que el Gobierno haya anunciado que se trata de una medida temporal. El gobierno argentino “ha confirmado que quiere librarse de eso tan pronto como sea posible, y eso es una buena noticia”, indicó Koehler en referencia a las declaraciones en favor de la vigencia de un cambio flotante dentro de unos meses. Una misión del FMI se encuentra en Buenos Aires desde el lunes para recibir información y monitorear las medidas adoptadas con respecto al sistema bancario, la deuda externa y el equilibrio fiscal.