Aunque la discusión sobre qué se entiende por pequeña empresa siempre es motivo de controversia, en general se ha aceptado que las pymes, como conjunto, concentran una enorme proporción del trabajo frente a las firmas grandes, usualmente visualizadas como capital-intensivas (mucha maquinaria y tecnología, poco trabajo vivo). Sin embargo, los datos del estudio realizado por la Subsecretaría de Programación Técnica del Ministerio de Trabajo llevarían a revisar algunos de esos conceptos.

Allí se revela que de los 340 mil puestos creados entre 2006 y 2007 en todo el país, 154 mil fueron generados por empresas grandes. Nada menos que el 45 por ciento. Sin embargo, la participación del sector de Grandes Empresas en el empleo total muestra que ese porcentaje no corresponde a circunstancias de un período excepcional, sino que guarda proporcionalidad con la situación preexistente. La participación de las Grandes en el empleo total registrado era, a mediados de 2007, del 48 por ciento.

Sólo si se toma como un solo grupo a las medianas, pequeñas y micro empresas se obtendría que este sector, por estrato de tamaño, aún sigue siendo más importante en el empleo que las Grandes. Pero en más de un sentido, una amplia franja de las consideradas empresas Medianas se asimilan, por sus características, propiedad de sus capitales e intereses, cada vez más a las Grandes. Las Medianas, por sí solas, emplean al 21 por ciento de los asalariados registrados en el país, superando en dos puntos a las Pequeñas. A las microempresas, en tanto, les queda una proporción del 12 por ciento de empleos de la economía.

Quizás deba reconocerse, en virtud de estimar la importancia real de las pequeñas empresas en el mercado laboral, que con un 40 por ciento de trabajo en negro, considerar sólo a los empleados en blanco no haga justicia con ese sector empresario. De todos modos, los resultados del estudio de la cartera laboral revelan otra realidad: el proceso de fuerte recuperación económica del último lustro permitió la vuelta a la actividad de muchas pymes, pero conservó un fuerte sesgo a favor de la concentración que se refleja en el fortalecimiento de las Grandes Empresas.