Para John McCain la guerra en Irak ya está ganada. “Irak es una democracia que funciona, aunque todavía sufre de los duraderos efectos de décadas de tiranía y siglos de tensión sectaria”, dijo ayer el senador y candidato republicano. Con ese mismo optimismo, prometió que si gana las elecciones de noviembre pondrá fin a la guerra en cuatro años. “Para enero de 2013, Estados Unidos habrá dado la bienvenida a casa a la mayoría de los hombres y mujeres de servicio que se han sacrificado terriblemente para que Estados Unidos pueda conservar su libertad”, aseguró en un discurso en Columbus. El veterano de Vietnam intentó así enfrentar a sus rivales demócratas que lo acusan de querer pelear “durante cien años” en Irak. Aunque no lo menciona con tanta frecuencia como al conflicto en el Golfo Pérsico, McCain también tiene una posición tomada para América latina. Su asesor en este tema es el veterano anticastrista Otto Reich. Como subsecretario para América latina, este cubano-estadounidense se negó a condenar el golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002.