EL MUNDO › CHOQUE EN AGUAS CHINAS
Otro peligro amarillo
A fines de octubre, el presidente chino Jiang Zemin viajará a Estados Unidos para reunirse con George Bush sobre los detalles de su incorporación a la Organización Mundial de Comercio (OMC). Por eso, ambos países están tratando de evitar hace semanas “trifulcas inútiles” que agüen la visita, como la que ocurriera en abril del año pasado, cuando un avión espía norteamericano chocó a un caza chino en espacio aéreo chino. Pero no ha sido posible. El gobierno chino protestó ayer por el choque de un buque de guerra norteamericano con un pesquero chino en aguas territoriales de Pekín, en el mar Amarillo, ocurrido hace una semana.
“El navío de la marina estadounidense ‘USS Bowditry’ efectuó actividades en la zona económica exclusiva sin permiso de China y pensamos que esto constituye una violación de la ley marítima internacional y de la jurisdicción y los intereses de la China”, declaró la portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhang Qiyue. Aunque no confirmó si hubo o no choque, algunos medios norteamericanos confirmaron que así ocurrió, y que en realidad fue el pesquero el que habría embestido intencionalmente al buque de Estados Unidos. Qiyue fue más allá y lanzó una serie de advertencias a Estados Unidos. “Nada más producirse el incidente, nos pusimos en contacto con las autoridades norteamericanos para transmitirles nuestro malestar. Estas actividades en nuestro territorio deben cesar”, precisó la representante de la diplomacia china. “Washington debe tener conciencia de la importancia de este tema para el gobierno y pueblo chinos. No deben producirse nuevas intromisiones, de lo contrario tendremos que tomar medidas”, puntualizó.
En el caso del avión espía que fuera retenido el año pasado por las autoridades chinas, el conflicto diplomático duró semanas y se solucionó con la devolución del avión a Estados Unidos, desguazado e inservible. Ahora, la cuestión de la OMC puede salvar el incidente.