Hicieron las paces. Bolivia y Perú terminaron con el conflicto diplomático que mantenían desde hacía más de una semana. “Después de la conversación que he sostenido con el canciller del Perú ayer por la tarde, hemos dado por superados” los incidentes bilaterales, afirmó ayer el canciller de Bolivia, David Choquehuanca.

Según explicó el ministro, en la charla que sostuvo con su par peruano, José García Belaunde, ambos diplomáticos coincidieron en el deseo de los dos países de fortalecer las relaciones bilaterales. Y subrayó que la Cancillería de Perú comunicó la noticia a la Organización de Estados Americanos (OEA), donde Lima acudió por el incidente con La Paz. Choquehuanca dijo que en el gobierno boliviano esperan que el regreso del embajador peruano, Fernando Rojas, se produzca en los próximos días.

Desde Lima coincidieron con las palabras del ministro boliviano. “La llamada del canciller boliviano fue muy oportuna para despejar el ambiente y poder trabajar conjuntamente para beneficio de nuestros pueblos”, dijo García Belaunde. De acá en más “nos tenemos que abocar a construir, a fortalecer estas relaciones que son muy importantes para nosotros”, agregó en una conferencia de prensa. El funcionario evitó contestar las preguntas de los periodistas acerca de qué pasaría si el presidente Morales volviera a hacer referencia a la presencia militar estadounidense en Perú.

El roce bilateral se había producido a principios de mes, tras las declaraciones en las que el presidente boliviano, Evo Morales, había denunciado los supuestos planes del gobierno de Perú para albergar en su territorio bases militares de los Estados Unidos. En esa ocasión Morales también había incitado al pueblo peruano a rebelarse contra esa situación. El gobierno de Alan García calificó de falsas las versiones del boliviano y lo acusó de inmiscuirse en sus asuntos internos. Luego llamó a su embajador en La Paz en consulta y dijo que comunicaría a la OEA el entredicho surgido.