EL MUNDO
Los votos de quien propone hacer la bomba atómica y romper con el FMI
Un partido derechista tiene el diputado más votado de San Pablo, Eneas Carneiro, y también el diputado menos votado de Brasil.
“En los estertores del siglo XX se deflagra una situación sin precedentes en la historia planetaria. Nada puede detener la ola de destrucción que se aproxima.” Este es el mensaje que dio a sus partidarios el diputado más votado en el estado de San Pablo en las elecciones del domingo. No, no se trata de un representante del Partido de los Trabajadores, sino del excéntrico Eneas Carneiro, estrella del ultraderechista Partido de Reedificación del Orden Nacional (Prona), cuya propuesta se reduce a que Brasil construya la bomba atómica “para ser respetado en el mundo” y cuya campaña consistió en un spot televisivo de segundos en el que alcanzaba a gritar “¡Yo soy Eneas!”. Gracias al sistema electoral brasileño, cuando un candidato excede los votos necesarios para ser electo, ese exceso se derrama al resto de la lista. Esto significa que el Prona colocó cinco diputados, todos por el estado de San Pablo, y que uno de ellos, Vanderlei Assis, obtuvo menos de 300 votos.
Carneiro afirma que si hubiera tenido tres minutos de propaganda gratuita diaria, el mínimo de la asignada al resto de los candidatos, “habría sido elegido presidente en la primera vuelta”. Eneas Carneiro, que obtuvo 1,6 millón de votos el domingo, tiene 70 años, es cardiólogo y profesor universitario. Su aspecto es muy peculiar: tiene una larguísima barba negra y unos anteojos con enormes marcos de carey que lo hacen parecer un personaje salido de los ‘60. Emergió en 1989 como candidato presidencial con la misma propuesta que la del domingo: la construcción de la bomba atómica. Se presentó en 1994 y 1998, obtuvo muy pocos votos, perdió su fortuna y hasta a su esposa. Resolvió ahora presentarse en una lista legislativa, para la cual colocó debajo de él a varios de sus ex alumnos. Y resultaron electos.
Carneiro proclamó ayer que “si mis compañeros diputados piensan que debo estar allí presidiendo la Cámara, estaré plenamente dispuesto a hacerlo”. Pareciera que el único acuerdo que se puede alcanzar con él es respecto del rechazo al FMI. Para Eneas, la única forma de salvar a Brasil de la destrucción, además de la bomba atómica, es produciendo “una ruptura definitiva con el sistema financiero internacional, incluidos el FMI, el Banco Mundial, la OMC y similares. Si no tomamos esa actitud, estaremos todos, como los pasajeros del ‘Titanic’, asistiendo a un naufragio en el que no queremos creer”. Quién sabe si no es por eso que los mercados se convulsionan.
Quien se convulsionó ayer por el hecho de que el quinto diputado del Prona por el estado paulista resultara electo con apenas 300 votos es el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, sobre todo teniendo en cuenta que algunos candidatos que obtuvieron más de 90.000 votos no pudieron entrar al Congreso. “Estoy en contra de ese sistema tal como es ejercido en Brasil, que lleva a distorsiones. Ese es un ejemplo, claro, escandaloso de distorsión”, dijo Cardoso. Carneiro había dicho con alegría que “todos esos nuevos diputados llegan a la Cámara llevados por mí, por esa gigantesca y masiva votación que recibí yo.” Los flamantes diputados del Prona dejaron en claro que no llevarán al Congreso propuestas propias, sino que se limitarán a seguir las directrices fijadas por su máximo líder. “Las ideas del doctor Eneas son mis ideas. Nosotros vamos a hacer lo que sea correcto”, afirmó Assis, al demandársele que anticipe al menos uno de los proyectos que elevará a sus pares del Congreso.
Según el analista político Fernando Abrucio, profesor de la Fundación Getulio Vargas, entrevistado por el diario Globo, el triunfo de Carneiro se debió a “que pudo aglutinar tres tipos de voto: de protesta, de repudio y conservador”. Ahora habrá que ver si el Prona –Carneiro más bien– se pronuncia por Lula o Serra para el domingo 27.