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Parecía una comedia de enredos. Tras una jornada llena de informaciones cruzadas sobre la salida del país y el paradero de Emilio Cárdenas, a última hora la Justicia comprobó que el jueves 3 de octubre se fue a Uruguay por vía terrestre y que se encuentra en Nueva York. Estaba citado a ampliar su declaración testimonial en la causa sobre las nuevas coimas en el Senado para ese jueves. Sus abogados había avisado que estaba en el exterior, pero la Dirección de Migraciones informaba al juez Claudio Bonadío que no tenía constancia de ello, hasta anoche. “Salió por un paso que no está computarizado”, fue la explicación de los funcionarios. El abogado Alejandro Novak adelantó a Página/12 que Cárdenas está “indignado” por el allanamiento ordenado por el juez Claudio Bonadío a su domicilio y piensa demandarlo por abuso de autoridad.
Desde la primera vez que Cárdenas, presidente de la AFJP Máxima del grupo HSBC, declaró como testigo en el caso que presuntas coimas destapado por el diario británico Financial Times, se acumularon nuevos elementos que generaron la necesidad de que vuelva a ser interrogado. Además de pedirle sus números de teléfono, para cruzarlos con los de los senadores, el juez y el fiscal Guillermo Marijuán quieren saber sobre la reunión que el 15 de agosto realizó el consejo general de la Asociación de Bancos de Argentina (ABA) y sobre el encuentro con los embajadores norteamericano y británico del día siguiente, al que concurrió junto a Manuel Sacerdote del BankBoston, Carlos Giovanelli del Citibank y Michael Smith, también del HSBC. Todos informaron al juzgado que se encuentran fuera del país.
Enterados de la citación, una abogada del estudio de Oscar Salvi y Alejandro Novak se presentó en el juzgado para explicar que Cárdenas estaba en Durban, Sudáfrica. Sin embargo, los empleados de Bonadío averiguaron que no estaba en el exterior. Interpol informó que sólo tenían registrada una salida el 1º de octubre a Uruguay y un regreso al día siguiente. Por eso Bonadío ordenó que se le prohibiera la salida del país. En diálogo con Página/12, Novak relató que el viernes acudieron al juzgado y se retiraron con la sensación de que Bonadío no les había creído. De hecho, ayer ordenó el allanamiento de la casa del ex embajador ante la ONU para secuestrar agendas. Además, confirmó que tenía una reserva para viajar a Nueva York el 2 o 3 de octubre junto a su esposa por American Airlines, cancelada el lunes a las 19, durante un allanamiento a esa empresa.
“Está en Nueva York y no viajó por esa aerolínea, pero primero estuvo en Uruguay por un tema bancario”, aclaró Novak. Este diario le preguntó por qué viajó con tanta anticipación al congreso de la International Bar Association (IBA) en Sudáfrica, que empieza el 20. “Tiene que realizar un periplo anterior preparatorio del encuentro”, respondió el letrado. A media tarde, Bonadío le dio 48 horas a la Dirección de Migraciones para que verificara las salidas de todos los puntos de control fronterizos. Anoche Bonadío recibió información no oficial según la cual Cárdenas salió el 3 por tierra hacia Uruguay.
Salvi explicó a este diario que Cárdenas enviará mañana una comunicación al juzgado. “Es un testigo, no un imputado, de modo que estudiamos la posibilidad de demandar al juez por abuso de autoridad porque excedió los lineamientos del derecho”, anticipó el letrado.