En Irlanda del Norte, nuevos asesinatos hacen reaparecer viejas facciones disidentes del IRA. Ayer, un grupo denominado IRA de la Continuidad se adjudicó la muerte de un policía ocurrida el lunes por la noche en los alrededores de Belfast, capital del Ulster. “Mientras los británicos estén en Irlanda, estos ataques continuarán”, afirmó el grupo en un mensaje codificado enviado a una agencia de prensa local.

Las autoridades norirlandesas confirmaron ayer que un joven de 17 años y un hombre de 47 fueron detenidos para ser interrogados por la muerte del uniformado. Ambos fueron trasladados a una comisaría de Craigavon, una localidad a unos 30 km al sudoeste de Belfast donde tuvo lugar el asesinato. De acuerdo con la policía local, Craigavon es un feudo de los católicos republicanos que defienden la independencia de la provincia de Reino Unido y su integración con Irlanda. “Nada de lo que está ocurriendo impedirá que mis agentes y yo cumplamos con el servicio a las comunidades que pagan para la protección. La policía continuará con su trabajo de manera implacable”, aseguró sir Hugh Orde, jefe del Servicio de Policía de Irlanda del Norte.

Además, el jefe de policía explicó que durante los últimos siete años varios grupos vienen intentando reclutar a antiguos miembros del IRA hoy desmovilizados y en su mayoría desocupados.

El asesinato con un tiro en la cabeza del agente Stephen Paul Carroll sucedió apenas 48 horas después de que dos soldados británicos fueran acribillados con ametralladoras en un ataque contra un cuartel cerca de Belfast, reivindicado por el grupo IRA Auténtico, en el que fue el primer atentado político en más de diez años en la región.

Por otra parte, los asesinatos sucedieron en la misma semana en que el nuevo gobierno de unidad entre católicos y protestantes se disponía a realizar una visita a Wa-shington para encontrarse con el presidente Barack Obama. El viaje se pospuso.

Sin embargo, los líderes de ambas comunidades se mostraron ayer juntos en una conferencia de prensa y enfatizaron la continuidad del gobierno de unidad y los acuerdos de paz que guían las premisas del Ejecutivo local, compuesto por líderes de ambos grupos religiosos.

Peter Robinson, primer ministro norirlandés y líder de los protestantes, condenó las muertes. “Estoy asqueado por los intentos de los terroristas de desestabilizar Irlanda del Norte”, señaló.

Martin McGuinness, viceprimer ministro, ex guerrillero del IRA y actual líder del Sinn Fein, en otro tiempo brazo político de la guerrilla católica, expresó el rechazo de su partido. “Los que hicieron esto son traidores a Irlanda. Me uno a Peter y llamo a quienquiera que sepa algo a informar a la policía. Tenemos que romper con los tradicionales pactos de silencio”, precisó McGuiness.

Desde Londres, el primer ministro Gordon Brown se sumó también a la condena de los ataques, asegurando que el proceso de paz es irreversible. “No va a haber un regreso a los viejos tiempos; sencillamente no es posible”, dijo el premier desde Downing Street. “Ellos son asesinos que pretenden interrumpir y destruir el proceso político en Irlanda del Norte que beneficia a la gente. Nadie en la región quiere volver a ver armas en las calles. El gobierno británico se encargará de que esto sea así”, afirmó.

El IRA de la Continuidad es un movimiento radical que rechaza todo acuerdo que no incluya la anexión de Irlanda del Norte, provincia británica, a la República de Irlanda. El grupo fue fundado como ala militar del partido Republican Sinn Fein, una formación surgida en 1986 como escisión del Sinn Fein original. ‘Continuidad’ se refiere a la fidelidad del grupo a la misión original del IRA, que consistía en expulsar a los británicos del Ulster mediante acciones terroristas. Junto con el IRA Auténtico es uno de los dos principales grupos disidentes de la antigua guerrilla católica irlandesa.

El IRA fue uno de los principales actores de un conflicto que duró más de treinta años en Irlanda del Norte, dejando un saldo de más de 3500 muertos, enfrentando a la minoría católica contra la mayoría protestantes. El fin de la lucha armada se negoció durante los acuerdos de paz del Viernes Santo de 1998, tras los cuales el IRA aceptó deponer las armas.