EL MUNDO › LOS PRINCIPALES CANDIDATOS CANTARON VICTORIA EN AFGANISTáN

Una elección con dos ganadores

Apenas la mitad del padrón se presentó a votar, contra un 70 por ciento en los últimos comicios. Los candidatos alimentan rumores de fraude. Los resultados recién estarían listos a finales de la semana próxima o a principios de septiembre.

 Por Kim Sengupta *

Desde Kabul

No tardó mucho en escucharse los festejos de victoria en Afganistán. Ayer, menos de 24 horas después de que los centros de votación cerraran, tanto el presidente Hamid Karzai como su principal rival, Abdulá Abdulá, salieron a celebrar y garantizaron que no será necesaria una segunda vuelta. Las declaraciones de los candidatos sólo ayudaron a alimentar los rumores de fraude, denunciados inclusive antes de los comicios por la oposición. El gobierno norteamericano y el británico se apuraron ayer a pedir paciencia y recordar que los únicos que pueden adelantar los resultados son las autoridades electorales afganas.

“Vimos los informes, pero la Comisión Electoral Independiente es la única que puede anunciar los resultados oficiales. Esperaremos a escuchar lo que tengan que decir. El resto son sólo especulaciones”, aseguró el vocero de la embajada norteamericana en Kabul, Fleur Cowan. Ayer la comisión adelantó los primeros datos sobre los comicios. Zekria Barakzai, el vicepresidente del organismo electoral, informó que las cifras relevadas hasta ahora pueden pronosticar que el martes hubo una participación de entre el 40 y el 50 por ciento, un número muy inferior al 70 por ciento registrado en las primeras elecciones presidenciales post ocupación norteamericana, en 2004.

Barakzai, en cambio, evitó hablar sobre los rumores de fraude difundidos por la oposición y los anuncios de victoria simultáneos. “No podemos confirmar las declaraciones hechas por los comandos electorales. Debemos ser pacientes”, pidió. Pero las palabras del funcionario no tuvieron mucho eco en los candidatos y sus asesores. “Los resultados iniciales muestran que el presidente obtuvo una mayoría contundente”, aseguró su jefe de campaña, Deen Mohammed. Según explicó, analizaron los informes que enviaron 29 mil fiscales desde todo el país. “No iremos a una segunda vuelta”, se congratuló.

Su optimismo fue inmediatamente cuestionado por el comando rival. “Lo que están diciendo no es verdad. Creemos que Abdulá ganó”, sostuvo Fazl Sangchraki, el vocero de su campaña. Según explicó, el norte de país votó abrumadoramente a favor del candidato opositor, excepto por la provincia de Jowzjan, donde el comandante de la milicia uzbeka Rashid Dostum hizo abiertamente campaña por el presidente Karzai.

El mismo Abdulá reivindicó su supuesto triunfo ante la agencia británica Reuters. “Estoy ganando. Los primeros resultados que nos están llegando desde las provincias muestran que tengo más del 50 por ciento de los votos”, aseguró el candidato.

Antes de la elección las encuestas le daban a Karzai una clara ventaja sobre Abdulá, aunque no alcanzaba el 50 por ciento que necesita para ganar en primera vuelta. La incógnita que sobrevolaba es si el mandatario podría sumar ese cinco por ciento de los votos que necesitaba, a pesar de las amenazas de los talibán, quienes habían anunciado posibles atentados suicidas contra los centros de votación. No fue una amenaza vacía. Al menos 50 personas murieron en ataques y enfrentamientos entre las tropas extranjeras y los milicianos talibán, dos de las víctimas fueron soldados británicos.

Los resultados oficiales recién estarían listos a finales de la semana próxima o a principios de septiembre. Si ninguno de los candidatos alcanza el 50 por ciento, la segunda vuelta se realizará en octubre. Esa posibilidad conlleva el temor de que los rumores de fraude y las acusaciones cruzadas entre Karzai y Abdulá sigan creciendo y terminen de contaminar un clima electoral que ya está tenso. Además, le daría a los talibán un mes más para atacar objetivos civiles y atemorizar a los votantes que el martes pasado se animaron a ir a los centros de votación.

Otro miedo que sobrevuela la segunda vuelta es que la polarización entre los dos candidatos lleve a un quiebre en el país. El presidente Karzai es un miembro de la etnia Pashtun con un gran apoyo popular en el sur del país; Abdulá es un ex canciller que arrastra sus votos de los Tajiks en el norte. “Siempre supimos que sería una elección disputada”, aseguró Richard Holbrooke, el enviado de Estados Unidos a la región. “No me sorprendería si los candidatos que ahora proclaman la victoria, en los próximos días comienzan a denunciar un fraude”, agregó el funcionario desde Kabul.

Mientras tanto en las calles ayer había un sensación generalizada de alivio. La masacre que muchos habían pronosticado para los pasados comicios no se concretó. Sin embargo, la incertidumbre por el resultado y la posibilidad de una segunda vuelta y un mes más de campaña electoral con atentados diarios no permite a los afganos respirar tranquilos.

En la ciudad de Nad-e-Ali, en la provincia de Helmand, Rahimtulá, de 44 años, contó cómo fue votar en uno de los bastiones de los talibán en el sur afgano. “Estaba muy preocupado por las amenazas que habían hecho los talibán, pero igual voté, y voté por Karzai. Fui el único de mi familia que votó y todos tenían miedo cuando fui al centro de votación. Creo que tendrán aún más miedo si voy a votar en una segunda vuelta”, aseguró el afgano.

En Kabul, un simpatizante del candidato opositor, Abdulá, pidió más tenacidad a sus compatriotas para las próximas semanas. “Tenemos que cumplir con nuestra obligación hasta el final. Si Karzai simplemente se declara presidente hoy, van a haber muchos problemas porque lo más seguro es que la gente no le crea”, señaló Akhbar Agha.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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Miembros de la comisión electoral organizan urnas para el recuento de votos en Kandahar.
Imagen: EFE
 
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