Desde Jerusalén

Israel liberará a veinte prisioneras palestinas a cambio de una imagen de video que pruebe definitivamente que Gilad Shalit, el cabo del ejército israelí que fue secuestrado hace más de tres años por militantes de la Franja de Gaza, está vivo.

La jugada, que podría ser llevada a cabo mañana mismo, es la primera evidencia concreta de progreso, aunque lento, en las negociaciones que, mediadas por agentes alemanes, podrían desembocar en la liberación del cabo de 23 años y de cientos de prisioneros palestinos, incluidos militantes de Hamas, retenidos en cárceles israelíes.

Un comunicado oficial divulgado ayer por los mediadores en Jerusalén precisó que el equipo de negociadores les había informado a las autoridades israelíes que recibirían “pruebas actualizadas e inequívocas sobre el buen estado físico del soldado Gilad Shalit”.

A cambio, Israel anunció que liberará a 20 prisioneras como una “medida de construcción de confianza”. Todas menos una son mujeres originarias de Cisjordania, tan sólo la restante es de Gaza.

La familia Shalit saludó “los logros significativos alcanzados por el actual equipo de negociación, bajo el liderazgo de Haggai Hadas y la ayuda de los mediadores alemanes y egipcios”, pero señaló, a su vez, que se trataba tan sólo de un “primer paso en la dirección correcta para lograr un acuerdo que desemboque en la liberación de Gilad, por lo que no descansaremos hasta que él vuelva a casa”. Por último, la familia agregó que “ambas partes deben continuar de manera infatigable con el actual curso de las negociaciones sin cometer error alguno”.

El comunicado oficial del gobierno israelí luego de la reunión de su gabinete de seguridad puso especial énfasis en destacar el rol que están cumpliendo los mediadores egipcios, pero lo cierto es que la negociación recobró ímpetu gracias a la labor de los oficiales de inteligencia alemanes. Expertos de ese país también jugaron un rol significativo en el intercambio de prisioneros palestinos y libaneses a cambio de los cuerpos de dos soldados israelíes asesinados por Hezbolá en lo que fue el desencadenante de la guerra del Líbano en el 2006.

Noam Shalit, el padre del cabo que fue capturado cerca de la frontera israelí con Gaza en el puesto de control de Kerem Shalom en junio del 2006, se desvivió en alabar la labor de los mediadores alemanes. El rol de los germanos también fue resaltado ayer por una fuente palestina cercana a las negociaciones que aseguró que mientras los mediadores egipcios se limitaban a ser simples “mensajeros” entre las partes, sus homólogos alemanes demostraban mucha más creatividad en la forma de abordar la situación.

El secuestro de Shalit fue llevado a cabo por al menos tres grupos diferentes –entre ellos Hamas– en un operativo del lado israelí de la frontera en el que murieron otros dos soldados. De los tres grupos, sin embargo, es Hamas el que ha estado liderando las negociaciones indirectas con Israel y quien se supone que tiene el control sobre el soldado así como el poder de liderarlo.

Abu Mujahed, vocero de uno de los otros dos grupos, dijo ayer que en el video de un minuto de duración que se les mostrará a los israelíes podrá verse a Shalit “en buen estado”. Según la televisión israelí, los negociadores alemanes, de hecho, ya habrían visto la grabación.

El anterior gobierno liderado por el entonces primer ministro Ehud Olmert había dicho que no levantaría el bloqueo sobre Gaza hasta que el cabo Shalit fuese liberado. La comunidad diplomática internacional espera que su puesta en libertad contribuya a un alivio inmediato del embargo sobre el territorio palestino.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.