Silvio Berlusconi no tuvo un buen fin de semana. Tras la masiva manifestación del sábado en repudio a las políticas del premier italiano que vulneran la libertad de expresión –el premier es dueño de algunos de los multimedios más influyentes–, ayer se enteró de un fallo de un tribunal civil de Milán que lo involucra. La compañía Fininvest, controlada por Berlusconi, deberá indemnizar con 750 millones de euros a su competidor CIRHolding tras décadas de disputas.

La pelea se remonta a 1991, cuando el tribunal de apelación dio el control de la editorial Mondadori a la empresa que entonces dirigía el propio Berlusconi, dejando fuera de juego al competidor CIR de Carlo De Benedetti. Ese acuerdo fue fruto del soborno a un juez, según dictaminó un tribunal en 2007. El premier no fue encausado por prescripción del delito. Gracias a ese negocio su familia logró ampliar su influencia en el ámbito de los medios impresos y en el sector editorial.

Su rival, De Benedetti, se hizo con el diario romano La Repubblica y la revista L’Espresso, que hoy son los más críticos con el gobierno de derecha. El fallo judicial que establece la indemnización millonaria debe llevarse a efecto de inmediato, aun cuando la presidenta de Fininvest, Marina Berlusconi, haya anunciado que hará todo lo posible para frenar esa “decisión profundamente injusta” antes de que el caso llegue a segunda instancia. Fininvest, que actualmente controla Mondadori, expresa en una nota su “incredulidad” por la sentencia del Tribunal de Milán y asegura que siempre ha operado “con la máxima corrección”.

La sentencia señala que la CIR tiene derecho al resarcimiento por parte de Fininvest también de los daños no patrimoniales sufridos en relación con el mismo asunto. La liquidación de tales daños queda reservada a otro juicio, de acuerdo con lo que publicaron ayer los medios de comunicación italianos.

Según informa CIR en una nota de prensa, Fininvest deberá hacer efectiva esta cantidad de dinero (en concreto 750 millones de euros) en concepto de “perdida de oportunidades” por parte del conglomerado italiano en un juicio considerado “imparcial”. De Benedetti explicó que el resarcimiento dictado por el Tribunal Civil de Milán no lo compensa por “no haber podido realizar el proyecto industrial con el que habría creado el primer grupo editorial italiano”.