El ayatolá disidente Hosein Ali Montazeri murió el sábado en Qom (norte) a los 87 años, luego de una larga enfermedad. Montazeri, clérigo de renombre, fue uno de los líderes de la revolución islámica de 1979 y uno de los artífices de la Constitución de la República Islámica.

Designado como sucesor por el fundador de dicha república, el imán Jomeini, asumió la dignidad de Guía supremo para luego convertirse en una figura muy crítica del régimen.

Su vigorosa oposición al endurecimiento progresivo del régimen de Jomeini contra los opositores le valió la exclusión del poder en 1989. En 1997 fue condenado a sufrir arresto domiciliario por cuestionar la autoridad política y religiosa del sucesor de Jomeini, el ayatolá Ali Jamenei, al que había acusado de “traición”’.

En 2003 Montazeri recuperó su libertad y desde entonces buscó reforzar su autoridad religiosa y política. Dueño de un discurso liberal y progresista, se convirtió para muchos fieles en la máxima autoridad chiíta en Irán y fue considerado por los reformistas como una figura de referencia.

Entre sus críticas, cuestionó la “falta de firmeza” del presidente reformista Mohamed Jatami, y su último gran combate lo libró en nombre de la salvaguarda de la “legitimidad” de la República Islámica, contra el presidente conservador electo en 2005, Mahmud Ahmadinejad.

Tras la reelección de Ahmadinejad en los comicios este año, Montazeri denunció manipulación en el resultado electoral. Asimismo, despotricó contra la “muerte de inocentes”, la “detención de militantes políticos que reclaman la libertad” y la existencia de “procesosespectáculos ilegales”’ contra los participantes en la ola de protestas por la reelección de Ahmadinejad. Su última declaración, publicada en la web hace pocos días, rezaba así: “Si las autoridades continúan por este camino, está claro que el pueblo va a distanciarse por completo del régimen y que la crisis actual va a agravarse”.

El anuncio de su deceso provocó múltiples reacciones entre sus seguidores. Hubo concentraciones espontáneas en Teherán, congregaciones frente a su casa ubicada en la ciudad santa y el preparativo de una movilización para acudir a su entierro. La masiva respuesta popular en Irán mostró la vigencia y popularidad del clérigo así como también los disensos existentes en el gobierno vigente.

Frente a esto y ante el temor de que el entierro del líder espiritual se torne en una demostración de fuerza de la oposición, las condolencias del líder supremo, Jamenei, no se hicieron esperar. En su mensaje emitido esta tarde calificó a Montazeri como “un gran faghih”, es decir, un conocedor de la jurisprudencia islámica, así como también se refirió a que fue “un destacado maestro”.

El funeral se llevará a cabo hoy en Qom, donde será inhumado en el mausoleo de Masumesh, según informó la agencia de noticias oficial Irna.