EL MUNDO
Hugo “Papá Noel” Chávez les trae de regalo petróleo para todos
El gobierno comenzó a hacer funcionar dos refinerías de PDVSA y pidió sin éxito a la oposición, que reunió miles de personas en una “Marcha de las Antorchas, “una tregua de Navidad”.
La huelga sindical-empresarial que pretende la renuncia inmediata del presidente venezolano Hugo Chávez entró ayer en su cuarta semana y está empezando a dar muestras de debilidad. Luego de la toma de varios buques petroleros durante el fin de semana, el gobierno logró ayer poner en marcha, aunque lentamente y con poco personal, algunas refinerías de petróleo, luego de que los barcos descargaran y volvieran a cargar crudo, permitiendo una nueva acumulación en los depósitos hasta ayer abarrotados. Además, el gobierno resolvió importar alimentos de la canasta básica para que no falte en Navidad y estudia diversas formas de importar petróleo hasta que avance la normalización de Petróleos de Venezuela (PDVSA). También pidió a la oposición que haya una “tregua de Navidad”, pero la Coordinadora Democrática dijo que la huelga es “sin pausa”.
Chávez recibió ayer el apoyo de los gobiernos saliente y electo de Brasil. El presidente Fernando Henrique Cardoso confirmó ayer que está estudiando la posibilidad de enviar petróleo a Caracas ante un pedido expreso de Chávez y aprovechó la ocasión para criticar la decisión de varios gobiernos de aconsejarles a sus ciudadanos abandonar Venezuela. Por su parte, Marco Aurelio Garcia, el enviado de Lula a Venezuela, minimizó el impacto del paro. “La huelga no es tan grande en lo que a adhesión se refiere. Algunas personas no están trabajando sencillamente porque no tienen qué hacer. Y, en algunos lugares, fue el empresariado el que dictó el lock out y liberó a sus funcionarios para volver a casa”, dijo.
La oposición organizó ayer una protesta en el emblemático puente Rafael Urdaneta, en el lago de Maracaibo, que fue disuelta con gases lacrimógenos. Luego, por la noche, reunió miles de personas en Caracas en la Marcha de las Antorchas, que trató de recuperar en las calles lo que la oposición está perdiendo en PDVSA. De todos modos, varios de los dirigentes rebeldes de PDVSA dice que la normalización de la empresa no es tal. “Son paños calientes”, desdeñó el gerente de Planificación de PDVSA, Juan Fernández, portavoz de los sublevados. “Al gobierno le falta reactivar 17.900 pozos petroleros, 1.400.000 barriles de procesamiento en las refinerías, producir 5.000 millones de pies cúbicos de gas por día, y efectuar 170 movimientos de buques para esta fecha. Y sólo ha habido cuatro”, declaró. El presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, y el ministro de Energía, Rafael Ramírez, admitieron que la reactivación será lenta, y la intención del gobierno es importar petróleo para, luego de asegurar el consumo interno, comenzar a exportar en cantidad.
De hecho, el principal cliente de Venezuela, Estados Unidos, está expresando preocupación. El presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Billy Tauzin, pidió ayer a la Secretaría de Energía norteamericana que recurra a la reserva de emergencia para enfrentar el alza en los precios del petróleo combinada con la falta de abastecimiento de crudo por parte de Venezuela. El precio del petróleo Brent aumentó ayer de 28,34 dólares el barril, como había cerrado el viernes, a 29,02 dólares más temprano y cerrado el viernes a 28,34.
En el frente interno, el alcalde de Caracas, Freddy Bernal, informó ayer que el gobierno importó alimentos de la canasta básica familiar por casi siete millones de dólares y que se distribuirán en mercados populares a bajo costo. En las vísperas de Navidad, varios comercios han abierto sus puertas, pero los grandes centros comerciales siguen cerrados y varias industrias adelantaron a sus empleados las vacaciones que comienzan en enero.