Al cumplirse un mes del derrumbe de la mina San José, en Chile, los familiares de los 33 mineros atrapados a 700 metros bajo tierra hicieron ayer un bocinazo general a la hora exacta del desastre a modo de darles fuerza y ánimo. Durante la conmemoración, las familias subieron al cerro aledaño donde flamean las 33 banderas por los mineros atrapados. Además, pudieron comunicarse con ellos por cinco minutos por videoconferencia. Mientras tanto, continúan las tareas de rescate: la máquina Strata 950 ya lleva perforados 45 metros de los 700 necesarios para poder sacar a los mineros. Y ayer, también se esperaba la puesta en funcionamiento del denominado Plan B, que consiste en que una máquina agrande a 30,5 centímetros uno de los conductos que llegan al taller de la mina.