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Desde Santiago

Como varias veces en la historia de Chile, la Iglesia Católica oficiará como puente de entendimiento entre dos partes en conflicto. Esta vez, el tema en cuestión es la huelga de hambre que hace 66 días llevan adelante una treintena de comuneros mapuches encarcelados en distintos recintos del sur de Chile, acusados por cometer actos terroristas. La radical protesta, que ha puesto en jaque al gobierno de Sebastián Piñera, incluso en el plano internacional, ha ido en aumento, no sólo por las precarias condiciones de salud de los huelguistas, sino por la adhesión de nuevas personalidades –incluidos políticos y artistas– al ayuno en muestras de solidaridad con las demandas de la etnia más importante del país.

En este escenario, y luego de sostener una reunión en el Palacio de La Moneda con los máximos representantes del gabinete, el obispo de Concepción, monseñor Ricardo Ezzati, anunció que asumirá como “facilitador” del diálogo entre el gobierno y los comuneros. “Aceptar el diálogo es una actitud muy loable y espero que mi tarea, que es la de facilitarlo, pueda tener el éxito que todos esperamos. Las comunidades mapuches y el gobierno, y de manera particular los comuneros en huelga de hambre, están esperando con ansias que se pueda establecer esta mesa de diálogo. La tarea que a mí me corresponde es facilitar que esta mesa esté abierta”, dijo el religioso.

Por su parte, el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, agradeció a Ezzati en nombre del gobierno por “su voluntad para participar como facilitador, como mediador, en conversaciones, de tal manera que nuestros hermanos que están hoy día en una situación de huelga de hambre puedan deponerla”.

Consultado sobre si finalmente se va a instalar la denominada “mesa de diálogo”, una de las peticiones de los mapuches para deponer la huelga, la autoridad indicó que “los detalles de ese proceso se están construyendo y en los próximos días vamos a ir informando oportunamente” sobre las gestiones del religioso.

Con todo, el arzobispo que viajaba anoche a la zona en conflicto insistió en llamar a los mapuches a deponer la medida. “La huelga de hambre, que puede ser legítima hasta cierto momento, se vuelve también ilegítima cuando atenta al bien fundamental, que es la vida”, sostuvo.

Mientras tanto en el sur, el médico Eduardo Catrileo, quien está a cargo de controlar la salud de los presos mapuches, dijo que más allá del desgaste físico de los comuneros, éstos también presentan un deterioro mental. “Estamos asistiendo al paso de la segunda etapa del ayuno a la tercera. Algunos comuneros han llegado al nivel de bajo peso, ha habido algunas deshidrataciones y algunos de ellos ya presentan lentitud de sus procesos cognitivos”, aseguró.

En el plano político, el senador de la UDI, uno de los partidos oficialistas, Hernán Larraín, pidió que el problema generado por el conflicto en la Araucanía fuera asumido como un tema a nivel país para poder llegar a una solución. Sin embargo, reconoció estar preocupado debido a que esta situación pueda sentar un precedente hacia el futuro y sea utilizado eventualmente por agrupaciones que, a modo de protesta, decidan iniciar una huelga de hambre como medida de presión para que se cumplan sus exigencias. El senador agregó que respecto del conflicto “los gobiernos lo han hecho mal en los últimos 50 años. Las condiciones de pobreza corresponden a hechos que no hemos resuelto debidamente. La violencia en la Araucanía ha sido compleja y no ha sido bien llevada ni por los comuneros ni por la reacción de las autoridades”, sentenció.

Junto a ellos, la Coordinadora de Familiares de Presos Políticos reconoció ayer que el famoso escritor Pedro Lemebel participará en el ayuno solidario indefinido, al igual que el conocido actor Daniel Alcaíno. También se plegarán a la causa dirigentes sindicales, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, la de Ejecutados Políticos y los presidentes de diversas federaciones de estudiantes universitarios.

En otra arista de esta situación, los nueve militares en retiro condenados por violaciones a los derechos humanos que habían anunciado el lunes que también iniciarían una huelga de hambre para conseguir beneficios carcelarios finalmente decidieron no llevarla a cabo, a fin de no empañar las actividades castrenses programadas para las celebraciones del Bicentenario.

Al cierre de esta edición, el Senado votaba el proyecto que modifica la ley antiterrorista presentado por el gobierno para contribuir a buscar soluciones al conflicto mapuche. De ser aprobado, será tramitado hoy en la Cámara de Diputados.