El presidente hondureño, Porfirio Lobo, habló ayer por primera vez en la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en la Asamblea General de la ONU, pese a que su gobierno no es reconocido por todos los países miembro del organismo multilateral, y pidió un compromiso internacional en la lucha contra la pobreza y el hambre.

Lobo participó por primera vez del encuentro internacional tras haber ganado las elecciones presidenciales del país centroamericano en noviembre de 2009, que se realizaron bajo el gobierno de facto de Roberto Micheletti, impuesto por el golpe de Estado del 28 de junio, que derrocó al presidente Manuel Zelaya. En el segundo día de la cumbre, el mandatario resaltó que “la solidaridad” de los países de alta renta, “la buena gestión de los gobiernos de los países beneficiarios” y el “esfuerzo de sus ciudadanos” son “indispensables” para “terminar con las ataduras de la enfermedad, del hambre y de la ignorancia”.

El presidente boliviano, Evo Morales, a su turno, se declaró ayer contrario a la aspiración de Colombia de integrar el Consejo de Seguridad de la ONU, por considerar a ese país un candidato de Estados Unidos. “Creo que Colombia es el candidato de Estados Unidos. No lo comparto”, dijo Morales en rueda de prensa, tras participar en la Cumbre de los Objetivos de De- sarrollo del Milenio.

Bogotá ha ocupado el escaño de miembro no permanente del Consejo de Seguridad en seis ocasiones desde su creación, la última de ellas en el período 2001-2002. La aspiración colombiana es defendida por su presidente, Juan Manuel Santos, que acudirá por estas horas a Nueva York para participar en el evento y reunirse, entre otros, con el presidente estadounidense, Barack Obama.

En una intervención con tono conciliador, el mandatario de Irán, Mahmud Ahmadinejad, abogó por la paz mundial. Un discurso que contrastó con los que venía ofreciendo el presidente persa en años anteriores, sobre todo durante la gestión de su par estadounidense George W. Bush, donde las acusaciones y amenazas eran moneda corriente.

“Démonos la mano y hagamos del tercer milenio uno en el que las buenas acciones y lo bueno vaya por delante, y en el que triunfe la justicia”, señaló Ahmadinejad, según el manuscrito distribuido en la ONU durante la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

La traductora de Naciones Unidas repitió dos veces que sólo leía de un manuscrito redactado en inglés y que no hacía la traducción simultánea de las palabras de Ahmadinejad, como es usual en este tipo de encuentros, aunque no se dieron a conocer los motivos de la omisión.

En su intervención, el presidente iraní habló también del “capitalismo desbocado”. “El exigente capitalismo liberal y las empresas internacionales han causado el sufrimiento de numerosas mujeres, hombres y niños en muchos países”, afirmó. “Las estructuras injustas y no democráticas de los países que marcan el paso” en la política internacional son responsables de la mayor parte de penurias que sufre la humanidad, indicó también Ahmadinejad, aunque no citó a ningún país en concreto.

En línea con las reflexiones del comandante Fidel Castro, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, utilizó su alocución para alertar a la comunidad internacional sobre una posible agresión militar contra Teherán que, de producirse, podría provocar “millones de muertes y agudizar el hambre y la pobreza” en el planeta. En los últimos meses, Fidel advirtió sobre el peligro de una guerra nuclear mundial que, a su parecer, podría desatarse por un eventual ataque de Estados Unidos o Israel a Irán.

Venezuela, por su parte, propuso ayer en Naciones Unidas la sustitución del neoliberalismo por “una globalización de la justicia y la equidad” representada por el modelo impulsado por la “revolución bolivariana”.

El embajador venezolano ante la ONU, Jorge Valero, afirmó: “El proceso político que encabeza Hugo Chávez promueve un modelo de desarrollo alternativo de carácter humanista y realiza profundas transformaciones estructurales en favor de los excluidos”.

Por último, y sintetizando el clima predominante, el presidente dominicano, Leonel Fernández, pidió que el sistema de la ONU tenga un “liderazgo dinámico” y activo para diseñar “un nuevo orden financiero y económico global” basado en la solidaridad con los que más lo necesitan.