[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Quizás en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, Lula Da Silva reciba algún insulto por su asistencia al Foro Económico de Davos. Pero en el Congreso brasileño, son todas ondas de amor y paz para él. Primero: después de idas y vueltas, el Partido del Movimiento Democrático (PMDB) eligió como candidato a presidir el Senado al ex presidente y actual senador José Sarney, que cuenta con el aval del actual presidente brasileño. Segundo: el titular del saliente Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Aníbal, dijo ayer que el gobierno de Lula representa “una continuación del de Fernando Henrique Cardoso” y, por tanto, “el PSDB tendrá una posición de apoyo y estímulo”.
“Nosotros vamos a colaborar con esa agenda de reformas, participaremos de ella, porque es nuestra agenda, a la cual el Partido de los Trabajadores (PT, de Lula) adhiere ahora”, explicó Aníbal y mencionó la decisión del gobierno de elevar la tasa básica de intereses y el impulso para la aprobación de reformas en el sector tributario y de previsión social. El influyente líder partidista agregó, superando viejos rencores, que cuando Cardoso era presidente de Brasil, el PSDB impulsó con todos sus medios la aprobación en el Congreso de una reforma del sistema de jubilaciones y pensiones, aunque en esa oportunidad el PT fue un férreo opositor.
La elección de Sarney para presidir el Senado no es nueva. En las últimas semanas, diferentes facciones del PMDB habían protagonizado una pulseada para elegir a sus respectivos candidatos, provocando temores por la unidad del partido. Aunque Sarney sigue representando al coronelismo nordestino, el ex presidente era el candidato preferido de Lula, que ya recibió su apoyo en las elecciones de octubre. Tanto el PT como el PMDB habían alcanzado después de las elecciones un acuerdo para repartirse las presidencias de la Cámara de Diputados y el Senado, respectivamente, donde las dos formaciones cuentan con las mayores bancadas.
La ruptura de las negociaciones por parte del PT el pasado diciembre, cuando estaba prácticamente finalizado un acuerdo para que el PMDB integre el gobierno de Lula, causó un profundo malestar en las filas del Movimiento Democrático. Desde entonces, el PT apostó por Sarney, quien representa una de las facciones de oposición a la directiva del PMDB, la que, para evitar la división del partido, optó por retirar la candidatura del senador Renan Calheros. No obstante, todavía hay resistencias en algunos sectores del PMDB a la candidatura de Sarney, como la del ex gobernador de San Pablo, Orestes Quercia.