Lunes, 13 de diciembre de 2010 | Hoy
EL MUNDO › EL PARLAMENTO DE ITALIA PUEDE PONER FIN A LA ERA DE IL CAVALIERE EN LA VOTACIóN DE CONFIANZA DE MAñANA
Mientras el ex socio del premier, Gianfranco Fini, se mostró convencido de que el jefe de Estado será derrotado, algunos analistas alertaron que los pactos rotos a último momento podrían hacer sobrevivir al primer ministro hasta por un voto.
Por Michael Day *
Desde Milán
Los parlamentarios de la oposición italiana están contando las horas para el voto de confianza de mañana, que podría permitirles sacar al fracasado gobierno de Silvio Berlusconi para Navidad y posiblemente sumir al sitiado premier-magnate en la oscuridad política. Pero el trato no estaba todavía cerrado noche, mientras analistas políticos alertan que la deslealtad parlamentaria y los pactos rotos a último momento podrían hacer sobrevivir al primer ministro por un estrecho margen de un único voto.
Denuncias de fraude electoral y dudas acerca de si podrán concurrir tres diputadas embarazadas que se espera que se opongan al gobierno. Todo eso muestra que la suerte del premier de 74 años está lejos de estar cerrada. Se espera que el primer ministro pronuncie esta mañana un discurso de campaña clave en el Senado, donde deberá ganar su primer voto de confianza. Pero una votación similar en la Cámara de Diputados, parece ser mucho más ajustada. Se sugirió ayer que el destino de Berlusconi podría decidirse por unos 314 votos contra 313.
El premier conservador insiste en que está confiado en ganar la mayoría, a pesar del alejamiento de su antiguo aliado, Gianfranco Fini, quien se llevó a unos 40 parlamentarios con él. Fini y los partidos del centroderecha dicen tener los suficientes votos para hundir al gobierno. Fini afirmó ayer: “No tengo una bola de cristal pero no creo que Berlusconi vaya a ganar la votación”.
Si el gobierno cae, Berlusconi deberá presentarle su renuncia al presidente Giorgio Napolitano. El jefe de Estado deberá después consultar con los líderes de los partidos y con los voceros de ambas cámaras en un intento por formar una nueva coalición de gobierno. Algunos opositores podrían abstenerse, en vez de votar en contra del Ejecutivo, por temor a crear una dañina confusión política y atizar una crisis financiera.
Una de las posibilidades es que el miembro menos polémico del gobierno, como el ministro de Economía, Giulio Tremonti, pueda tomar temporariamente el lugar, posiblemente al frente de un gobierno de unidad nacional. Esto podría cambiar el controvertido sistema electoral italiano y mantener apretadas las finanzas públicas de Roma.
James Walston, profesor de Política en la Universidad Americana de Roma, predijo que los acontecimientos allanarían el camino para las elecciones de marzo. “Si ninguno puede formar el gobierno en unos pocos días, el escenario más probable es que se llame a elecciones anticipadas”, dijo. “La fecha favorita de los corredores de apuestas es la del 27 de marzo. A menos que suceda algo dramático en los próximos días, yo me inclinaría por ese día también”, terminó.
En teoría, Berlusconi podría regresar en los comicios de primavera (en Europa), pero con su popularidad en el escalón más bajo y con su salud deteriorada, parece poco probable que se mantenga en la vida política italiana. De hecho, se llegó a hablar de la posibilidad de que Berlusconi haga sus valijas y se vaya al Ministerio de Exteriores y asuma el poco probable cargo de canciller. Si mantiene un rol ministerial, Il Cavaliere podría protegerse de las acusaciones por corrupción que le llueven.
En una entrevista televisiva en el Canal de la Rai, Fini se burló del premier. “Berlusconi no quiere gobernar, sólo quiere quedarse en el Palacio Chigi (la residencia oficial). Y más que ello, se quiere quedar allí para que exista un impedimento legítimo para los juicios”, disparó su ex socio.
El primer ministro se mantendrá a flote por las noticias del viernes, cuando la Corte Constitucional anunció que pospuso su veredicto hasta el año que viene acerca de la constitucionalidad de la “ley del impedimento legítimo”, que permite que los ministros en funciones eviten las comparecencias ante tribunales. La decisión se esperaba para el mismo día del voto de confianza. Pero el recientemente electo presidente de ese cuerpo legal, Ugo De Siervo, dijo que los jueces necesitaban revisar la cuestión “en una atmósfera más tranquila”.
Denuncias de corrupción también contaminaron el voto de confianza de mañana. El parlamentario anticorrupción Antonio Di Pietro informó que hubo intentos de “comprar” a representantes oscilantes con estímulos económicos o con ofertas de trabajo. “Esos actos delictivos no deberían ocurrir jamás en un país civilizado.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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