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Desde Los Angeles

La Casa Blanca instruyó a cada departamento y agencia del gobierno de Estados Unidos para que creen programas de “amenaza interna” que descubrirán a los empleados descontentos o poco confiables, quienes pueden sentirse tentados de filtrar el tipo de secretos de estado recientemente dados a conocer por el sitio Wikileaks. Un memo de 13 páginas detallando la nueva política insta a los empleados a reforzar la seguridad cibernética y contratar un equipo de psiquiatras y sociólogos que puedan “detectar cambios de conducta”. Luego monitorearán los estados de ánimo y las actitudes del personal que tiene acceso a la información clasificada.

La movida está destinada a evitar nuevas revelaciones vergonzosas del tipo que dominaron las noticias en los últimos meses. Lamentablemente, apenas 24 horas después de que fuera enviado el memo, una copia se filtró al personal de NBC que rápidamente la subió a su sitio web.

En un pasaje del memo que recuerda el nivel de paranoia visto por última vez en la Guerra Fría, se pregunta si las agencias están utilizando tests con detectores de mentiras. El autor del documento, Jacob J. Lew, es el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca. Parece particularmente ansioso por evitar que los medios se apoderen de información embarazosa. “¿Se les pide a todos los empleados que informen de sus contactos con los medios?”, pregunta el memo, sugiriendo que los empleados debieran ser monitoreados cuando dejan sus empleos.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.