EL MUNDO › LANZARIAN LA INVASION ENTRE LAS PROXIMAS DOS Y CUATRO SEMANAS
Dando una oportunidad a la guerra
Después de las masivas marchas del sábado en todo el mundo contra la guerra en Irak, EE.UU. dejó claro ayer que su posición no ha cambiado.“Es hora de que esto termine, suficiente es suficiente”, dijo la asesora de Seguridad de Bush sobre la diplomacia de la ONU.
Por Julian Borger
Desde Washington
Condoleeza Rice, asesora de Seguridad Nacional del presidente George W. Bush, dijo ayer que Estados Unidos todavía estaba dispuesto a buscar autorización de la ONU para un ataque contra Irak, pero que la “ventana diplomática” no permanecería abierta demasiado tiempo. Rice declinó decir cuánto tiempo está dispuesto a esperar Estados Unidos, más allá de repetir el mantra presidencial de que va a ser cuestión de semanas, no de meses. Estados Unidos ha formulado antes diversas amenazas de retirarse del juego diplomático, comenzando desde que Bush acordó de modo renuente en septiembre pasado tomar la ruta de la ONU en su confrontación con Irak. A comienzos de este mes, el presidente declaró: “El juego ha terminado”. Y el viernes, después del informe –generalmente positivo– que dieron los inspectores de armas de la ONU sobre el cumplimiento iraquí, un funcionario estadounidense dijo a periodistas que Washington se tomaría el fin de semana para reconsiderar si valía la pena tratar de encontrar apoyo internacional para un ataque “o embarcarnos en otra opción”.
Rice repitió ayer la amenaza, diciendo: “Es hora de que esto termine, suficiente es suficiente”. Pero casi en la misma frase, agregó que Estados Unidos estaba “en una ventana diplomática, buscando maneras de ir adelante”. Pese a la historia de bravatas de Washington, hay razones para creer que la ventana se está “entornando”, y equivale a entre dos y cuatro semanas. Diplomáticos norteamericanos dijeron el viernes que Washington estaba preparado a esperar otro informe más de los inspectores de la ONU a fin de mes. Lanzar un ataque antes, habiendo formulado ese compromiso, profundizaría la indignación antinorteamericana en la ONU. Pero los funcionarios de Estados Unidos no se comprometieron a otra reunión de los cancilleres del Consejo de Seguridad para el 14 de marzo, como propuso Francia. Funcionarios del Consejo de Seguridad sugirieron el viernes que Estados Unidos podría respaldar una reunión a mediados de marzo, si París estaba preparada para respaldar una nueva resolución que autorizara el uso de la fuerza si Irak no cumplía para entonces con su desarme. No hubo signos, el fin de semana, de que se hubiera ofrecido un compromiso así.
Una versión en el New York Times de ayer de que EE.UU. estaba considerando una “ronda final” de pruebas del comportamiento iraquí pareció confirmar el cronograma de dos a cuatro semanas. Se espera que las fuerzas armadas norteamericanas alcancen el pico de su aprestamiento el 8 de marzo, cuando los helicópteros de la principal fuerza de asalto aéreo norteamericana, la 101ª División Aerotransportada, lleguen al Golfo. Los preparativos para abrir un frente norte desde Turquía también se han atascado. Recién la semana pasada el Parlamento turco aprobó trabajos de renovación en puertos y bases aéreas, y debe votar la semana próxima si permite entrar al país a 40.000 o más tropas norteamericanas. Un informe de hoy en la revista Newsweek dice que Turquía ha acordado proveer bases sólo si EE.UU. le permitía mandar hasta 80.000 de sus tropas al norte de Irak bajo un comando separado, lo que sería ferozmente opuesto por la minoría kurda de la región. Ayer no era claro si se había llegado a un acuerdo.
Habrá más de 200.000 tropas estadounidenses y británicas en el Golfo para fines de febrero, dando al general Tommy Franks –quien lideraría cualquier invasión estadounidense– una abundancia de opciones para avanzar. Sin embargo, los analistas dicen que el Pentágono preferiría tener una gran fuerza en Turquía, y la 101ª Aerotransportada a disposición del general Franks, antes de dar la orden de ataque.
Militarmente, esto haría que los momentos óptimos para atacar fueran la segunda semana de marzo, tan pronto como las fuerzas estadounidenses estén plenamente en posición y las noches serán aún bastante cerradas, o en los últimos 10 días del mes, cuando la luna empiece a decrecer de nuevo.
Después de eso, la suba de las temperaturas volverá el combate crecientemente difícil para las tropas estadounidenses. El Pentágonoinsiste que puede combatir en cualquier condición, pero sus funcionarios en uniforme han hecho claro que preferirían no esperar hasta el verano.