Tras el fracaso de las negociaciones con la oposición, el presidente yemení, Ali Abdullah Saleh, llamó ayer a realizar elecciones presidenciales anticipadas en el país y prometió que dejará el poder en 30 días. “Pedimos elecciones presidenciales anticipadas para evitar un baño de sangre”, exclamó Saleh ante miles de sus seguidores reunidos junto al palacio presidencial de Sanaá. Poco más de un mes atrás, el mandatario había acordado con la oposición un plan de soluciones al conflicto político que sacude al país desde marzo cuyo eje central era su renuncia, pero luego bajó el tono de las promesas y expresó la posibilidad de continuar en el poder hasta fin de año.

“Son nuestra resistencia frente a los intentos de golpe”, arengó a la multitud Saleh. Desde fines de enero, amplios sectores de la población comenzaron a manifestarse en contra del gobierno y a exigir la renuncia de Saleh. El régimen sólo respondió con violentas acciones de represión a las protestas.

Ante un grupo de seguidores, Saleh prometió que firmará un acuerdo el domingo en el que figurará la convocatoria a elecciones. El documento, del que la oposición no hizo declaraciones hasta el momento, le garantiza inmunidad al mandatario y le asegura el ejercicio del cargo de presidente del partido al que pertenece.

Además, lo obliga a dejar el poder nacional, que detentó durante los últimos 32 años, en un mes a partir de la firma del acuerdo, y transferirlo al vicepresidente yemení. Las elecciones presidenciales deberían llevarse a cabo a los 60 días de sellado el pacto.

Pese al anuncio del mandatario, decenas de miles de yemeníes volvieron a manifestarse ayer en las principales plazas del país en contra de Saleh, al que reclamaron de nuevo que dejara el poder. En una de las pancartas que portaban los manifestantes podía leerse: “El viernes de la unidad del pueblo”.

En la ciudad de Taiz, en el sur del país, un orador convocó a una gran marcha y una escalada de las protestas para el domingo, cuando se celebrará el 21º aniversario de la unificación de Yemen. Otra de las críticas al anuncio de Saleh provino de la activista Atiaf Al Wazir, quien opinó que la gente cree que el presidente está intentando ganar tiempo para presionar a los manifestantes para que se den por vencidos, sobre todo ante la llegada del verano, cuando el calor se hace insoportable en las provincias del sur. Al Wazir explicó: “Las demandas están claras y las elecciones anticipadas no están entre ellas. El principal problema es que no hay confianza entre el pueblo y el presidente. El cambia mucho de posición. No hay garantía de que no cambie nuevamente un día antes de las elecciones”.

Yemen es uno de los tantos países del Africa árabe cuyos pueblos se rebelaron ante sus legendarios regímenes políticos. En el marco de las protestas fallecieron más de 140 personas desde enero. En Siria, por caso uno de los países en los que la rebelión yemení hizo mella y contagió a esa población, los muertos multiplican por mucho a la cifra de Saleh. Ayer, por ejemplo, fueron 34 las víctimas de la represión oficial.