El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reapareció ayer en el patio del Palacio de Gobierno con una pelota de béisbol en mano para hacer leves ejercicios y contradecir versiones sobre su salud. Luego de lanzar la bola dos o tres veces, el mandatario calificó de morbosa la versión difundida el miércoles por el diario Nuevo Herald de Miami, que informaba acerca de una internación urgente por insuficiencia renal. Chávez aprovechó la ocasión para arremeter contra el representante ante la ONU del Consejo Nacional de Transición (CNT), Ibrahim Dabbashi, a quien calificó de títere. “Ese caballero ni ha debido de estar ahí. No hay gobierno ahorita en Libia. Ese estaba ahí apoyado por los yanquis y la OTAN, por eso lo sentaron ahí, es un pelele”, bramó el presidente. Por otra parte, Chávez dijo estar convencido de que existían sectores dentro de la petrolera estatal Petrobras, de Brasil, contrarios a un acuerdo para asegurar la participación de Venezuela en una refinería de crudo pesado en el noroeste brasileño. “Son actores que no quieren, y no me refiero al gobierno de Brasil”, cerró el mandatario.