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La velas encendidas quedaron en la vereda del Palacio San Martín. Las colocaron miembros de quince organizaciones sociales y de derechos humanos que reclamaron al presidente Eduardo Duhalde que abandone la “neutralidad” frente a la guerra en Irak y reclame una convocatoria de urgencia a la Asamblea General de las Naciones Unidas para detener los ataques.
Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; Rosa Roisinblit, de Abuelas de Plaza de Mayo; Matilde Mellibovsky y Laura Conte, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Juan Carlos Dante Gullo, de APDH; José De Luca, del MEDH; Horacio Verbitsky del CELS y Juan Carlos Villalonga y Oscar Soria, de Greenpeace, fueron algunas de las personas que se congregaron ayer frente a la Cancillería, mientras sobre las paredes del Palacio San Martín se proyectaban imágenes de la guerra y un gran símbolo de la paz.
“Hemos creído conveniente y necesario reclamar al Gobierno que impulse el mecanismo previsto en la carta de Naciones Unidas de convocar a la Asamblea cuando una nación agrede ilegal y unilateralmente a otra”, afirmó Pablo Bergel, del Foro de Ecología Política. Verbitsky explicó que se trata de la resolución “Unidos por la Paz”, que existe desde 1950, en ocasión de la guerra de Corea. “Es una obligación de buscar dentro del derecho internacional una solución al conflicto que se inició apartándose de este derecho”, aseguró el presidente del CELS. Organizaciones de todo el mundo están promoviendo la utilización de este mecanismo para detener la guerra y para que se reasuma la acción diplomática sobre el conflicto. En la Argentina, estas agrupaciones le pidieron una entrevista al presidente Eduardo Duhalde y le entregaron una carta en la que señalaron que “el Gobierno argentino tiene aún una oportunidad concreta para contribuir a detener la guerra” y afirmaron que “la ‘neutralidad’ es en definitiva funcional a la agresión militar en curso”.
“El Gobierno argentino ha concentrado su atención en la posible ayuda humanitaria que podría brindar luego del conflicto. Entendemos que las víctimas de la guerra deben ser asistidas urgentemente. Pero debemos enfatizar que la mejor ayuda humanitaria que puede recibir el pueblo iraquí es el cese de los bombardeos. La ayuda humanitaria empieza parando la guerra”, aseguraron las organizaciones en la carta que enviaron a Duhalde.