Martes, 10 de enero de 2012 | Hoy
EL MUNDO › FRASE POCO FELIZ DEL FAVORITO EN NEW HAMPSHIRE, MITT ROMNEY
Por David Usborne *
Los seis republicanos que aspiran a la candidatura presidencial de su partido ingresaron ayer en la recta final de la elección primaria de New Hampshire. Mientras los votantes evaluaban las posibles opciones de las internas presidenciales, el favorito Mitt Romney estuvo bajo fuego, tildado de “tiburón empresarial” que, como jefe ejecutivo de la firma Bain Capital de capitales de riesgo, saqueaba las empresas y les quitaba los empleos a los trabajadores.
Romney, favorito también a nivel nacional, desembarcó en la pequeña New Hampshire con la ventaja de haber ganado la semana pasada la asamblea de Iowa, aunque a sólo ocho votos de distancia del ex senador ultraconservador Rick Santorum, quien llega tercero junto a Jon Huntsman, de acuerdo con la encuesta de Real Clear Politics. Romney, co-fundador de una gran firma privada de Boston, que aumentó considerablemente su fortuna comprando y administrando empresas en problemas, está basando su apuesta para la Casa Blanca, en parte de su experiencia de haber trabajado en el centro del capitalismo estadounidense. Pero justo cuando trata de consolidar su liderazgo en las encuestas, aquí y en los próximos dos estados primarios, Carolina del Sur y Florida, la parte menos linda de la historia –revivir empresas a menudo significa vender los bienes y recortar el número de empleados– la están tomando sus enemigos.
Liderando el ataque está Newt Gingrich, quien no oculta su deseo de lastimar a Romney en todo lo posible como retribución por la publicidad negativa televisiva que el ex gobernador de Massachusetts emitió contra él en Iowa. Un grupo independiente creado para apoyar a Gingrich iba a comenzar a emitir en Carolina del Sur escenas de una película de media hora enfocada en cuatro empresas compradas y cerradas por Bain.
Romney no siempre se ayuda a sí mismo. Defendiendo la elección en el mercado de seguros de salud con los líderes empresariales de New Hampshire en Nashua, dijo: “Me gusta ser capaz de despedir gente”, si no le da a él un buen servicio. Fue un regalo para los demócratas que armaban su propia publicidad anti-Romney. Tampoco fue sabio decirle a otro grupo aquí durante el fin de semana que comprende el dolor de aquellos que están por recibir el llamado pink slip, un eufemismo en Estados Unidos por notificación de despido. “Yo sé lo que es... hubo un par de veces en que me pregunté si no estaba por recibir una pink slip yo mismo”, dijo.
Rick Perry, el gobernador de Texas que está tratando de rescatar su atrasada campaña, les dijo a los votantes en Carolina del Sur: “No tengo dudas de que Mitt Romney estaba preocupado por los pink slips... por si tenía los necesarios para entregar”.
Romney dirigió Bain durante la mayor parte de las décadas de 1980 y 1990. A lo largo de los años compró Toys R Us, Dunkin Donuts y ayudó a fundar Staples. Romney dijo que era responsable de la creación de 100 mil empleos, pero no pudo brindar las pruebas. Gingrich dijo ayer que era tiempo para que su rival “entrara en detalles sobre las empresas que Bain adquirió y en las que aparentemente saqueó, dejó a la gente desempleada y se retiraron con millones de dólares”.
Un vocero de Romney dijo: “No es una sorpresa que el ex presidente de la Cámara de Representantes, Gingrich y el gobernador Perry se hayan dedicado a atacar desesperadamente temas que no conocen. Esperábamos ataques sobre la libre empresa por parte del presidente Obama y sus aliados de la izquierda, no de los llamados ‘fiscales conservadores’”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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