“Chávez tiene posibilidades de curarse” tituló la publicación Cubadebate citando a médicos especialistas de otros países, mientras el presidente venezolano se prepara para una operación en un hospital de la isla. Entre hoy y mañana a Chávez le extraerán una lesión en el abdomen que puede ser cancerígena. En tanto, la prensa opositora venezolana se pregunta quién dentro del chavismo podría reemplazar al líder bolivariano durante su tratamiento.

El artículo del medio estatal cubano señala: “Los médicos dicen que la posibilidad de que el cáncer haya reaparecido es preocupante, pero que una segunda cirugía le dará otra oportunidad de curarse”, según el criterio de Richard Schilsky, especialista en cáncer gastrointestinal de la Universidad de Medicina de Chicago, quien dijo que “si la lesión fuese maligna y estuviera localizada, pueden sacarla y tienen buenos márgenes quirúrgicos”. El mandatario venezolano llegó a La Habana el viernes por la noche y asignó a su ministra de Salud, Eugenia Sader, como encargada de informar a la opinión pública el desarrollo del tratamiento médico.

El propio Chávez informó antes de salir de Caracas que durante el fin de semana el equipo médico que lo atiende se dedicaría a pruebas y exámenes preparatorios para la intervención quirúrgica. La lesión tiene dos centímetros y está en la misma zona pélvica de donde fue extraído, también en Cuba, un tumor cancerígeno del tamaño de una pelota de béisbol. En la isla no fueron presentados públicamente los médicos que atienden al líder bolivariano ni el lugar donde es asistido, con el fin, según se explicó, de ofrecer privacidad al paciente.

En la nota que publica Cubadebate es citado además Michael Pishvaian, especialista en cáncer gastrointestinal en el Lombardi Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Georgetown, quien opinó que “la preparación médica en la isla es sorprendentemente buena y el tratamiento que el mandatario venezolano necesitaría está ampliamente disponible”.

Hasta ayer no hubo una declaración oficial sobre la situación de Chávez en La Habana, pero los medios locales, estatales, publicaron el arribo del presidente a La Habana, cuando lo recibió su colega Raúl Castro, en la pista del aeropuerto internacional de la capital.

Como era de esperar, la prensa venezolana, tanto oficialista como opositora, dedicó varias notas a la salud de Chávez, así como a los interrogantes que se abren a partir de su recaída y posterior su ausencia del país. Tal fue el caso del diario El Universal, el más conservador de Caracas, que tituló en un artículo “Heinz Dieterich. La reaparición del cáncer en Hugo Chávez”. La nota escrita por el analista alemán y chavista crítico apunta a que el presidente venezolano no cuenta con sustitutos de peso o gran carisma. Dieterich va descartando reemplazantes, desde el canciller Nicolás Maduro “a quien Chávez le cortó las alas”, pasando por Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Nacional), definido en el reporte como “mago de la política del inframundo, se ha ganado la antipatía nacional con creces” hasta José Vicente Rangel, éste último “tiene el perfil idóneo pero la biología se opone a su candidatura”. Con lo que Heinz Dieterich nombra a alguien poco conocido entre la dirigencia gobernante. “La selección de Chávez bien podría caer en el almirante Orlando Maniglia. No es la persona idónea, pero es un hombre de confianza del presidente, pertenece a la parte centrista de la jerarquía militar y políticamente sería aceptable por la burguesía” señala el analista a El Universal.

Sin embargo, mientras al interior y exterior del oficialismo venezolano deliberan sobre la nueva coyuntura y los medios especulan un poco más sobre los escenarios que se abren, Chávez encarga su destino a Dios y se pone en manos de la medicina cubana. La isla desarrolla intensas investigaciones sobre el cáncer a partir de su industria biotecnológica, que logró vacunas que buscan mejorar la condición de los pacientes. Una entidad principal en la lucha cubana contra esa enfermedad es el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, con más de medio siglo de existencia. Sus sedes en La Habana usan tecnología de punta para los tratamientos y paralelamente buscan nuevos métodos y productos para combatir el padecimiento.