El presidente del gobierno español pidió un salvavidas a Europa. Después de haber paseado en barco con Angela Merkel, Mariano Rajoy dijo que es urgente y prioritario que la Unión Europea (UE) garantice la estabilidad financiera. Y, sin nombrarlo, exhortó al Banco Central Europeo (BCE) a actuar para que los países y las entidades financieras puedan refinanciar su deuda en los mercados. En Chicago, EE.UU., donde los líderes mundiales hicieron un balance de la cumbre convocada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) –con la atención puesta en el retiro de tropas de Afganistán–, Rajoy se refirió a la reunión extraordinaria que celebrarán mañana los veintisiete socios europeos en Bruselas y se mostró dispuesto a debatir de todo, incluso de eurobonos, pero dejó claro que es momento de tomar decisiones que puedan ponerse en práctica en lo inmediato. Eso sí, Rajoy dejó la cumbre de la OTAN con el aval de Alemania a los ajustes que viene implementando.

Luego del cónclave de la OTAN, el presidente norteamericano, Barack Obama, apostó por una estrategia de crecimiento, acompañada de disciplina fiscal y de una política monetaria que promueva la capacidad de países que, como España e Italia, han puesto en marcha objetivos muy duros y políticas muy duras. Según manifestó, es necesario ofrecer perspectivas para la mejora económica, el crecimiento del empleo y el aumento de los ingresos, aunque lleve un poco de tiempo. Sin citar ningún país en particular, destacó también la necesidad de que los bancos sean recapitalizados en Europa para recuperar la confianza de los inversores. El mensaje de Obama coincidió en líneas generales con el de su colega Rajoy.

“Lo más urgente es garantizar que cuando un país tenga un vencimiento de deuda pueda refinanciarlo, igual que cuando una entidad financiera tenga un vencimiento de deuda también pueda acudir a los mercados”, priorizó el mandatario español y agregó que esas medidas no necesitan de debates ni de grandes disquisiciones. A su juicio, ése sería precisamente el problema de los eurobonos, iniciativa que defiende el gobierno de François Hollande y que el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de Alfredo Pérez Rubalcaba, quiere que España apoye en Bruselas.

No faltan los analistas que aseguran que la puesta en marcha de los eurobonos demandarían un largo debate hasta determinar la fórmula adecuada para su implementación y que, no obstante, no podrían aplicarse hasta dentro de varios años, cuando la urgencia pasa por garantizar la sostenibilidad de la deuda para que pagarla no se convierta en un problema y pueda fluir el crédito. El conservador líder del Partido Popular señaló con que, para crecer, resulta imprescindible abocarse al déficit, continuar con las reformas estructurales y sanear el sistema financiero. Pero insistió en que el principal factor de crecimiento es la estabilidad financiera: “En la vida hay que priorizar y ésta es nuestra prioridad”, dijo.

“Los problemas del momento hoy pasan por seguir reduciendo el déficit público, por seguir haciendo reformas en casa y por garantizar la estabilidad financiera y la sostenibilidad de la deuda fuera; eso es hablar en serio”, insistió Rajoy y reclamó nuevamente un mensaje claro, nítido y contundente de sus pares en defensa del euro. El presidente del gobierno español consideró además que su país está actuando muy bien al rebajar su déficit exterior, con lo que apenas va a necesitar dinero para financiarse afuera, pero recordó que todavía debe devolver la monumental deuda anterior. Con tono irónico, el conservador calificó de notable el debate entre austeridad y crecimiento porque nadie puede oponerse al último de estos principios, que están íntimamente unidos: el crecimiento es el objetivo y la austeridad es uno de los instrumentos para alcanzarlo, dijo.

Según adelantó Rajoy, en el consejo europeo de mañana se analizarán los planes nacionales de reformas, los programas de estabilidad y la carta de once socios europeos, entre ellos España, que proponen a la UE hacer reformas estructurales y avanzar en un programa liberal para crecer. España acudirá al encuentro con su déficit público de 2011 al alza, ubicado en el 8,9 por ciento. Sin embargo, el presidente español les restó importancia a las cuatro décimas de aumento de ese índice porque, a su entender, lo fundamental es la transparencia. “Ahora partimos de una buena posición para hacer las cosas bien en el futuro; a veces hay que decir la verdad, por dura que sea”, agregó.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, pidió a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE que en la cumbre discutan sin tabúes sobre la perspectiva a largo plazo para la Zona Euro. Y buscó hacer equilibrio sobre la propuesta que llevará al encuentro el flamante presidente Hollande de crear eurobonos como receta para salir de la crisis, una medida a la que se opone Alemania.