Un grupo armado libio tomó por asalto el aeropuerto internacional de Trípoli con autos blindados y armas automáticas, obligando a frenar despegues y a desviar vuelos hacia una terminal militar durante horas. Los rebeldes, integrantes de la milicia Al Awfiya, irrumpieron en la zona en protesta por la supuesta detención de su líder, Abu Ayila al Hubshi, que desapareció cuando se encontraba en la zona de Qasr Bin Ashir, a las afueras de la capital, según informó la agencia de noticias libia Lana. Con el operativo, el grupo, que según testigos también empleó un tanque, intentó forzar al gobierno interino a aclarar cuál era el destino que le habían dado a su referente político. Con ese objetivo entraron fuertemente armados (apoyados por un vehículo que se encontraba en la pista del aeropuerto), bloquearon las salidas de los aviones, quemaron varios vehículos y obligaron a los pasajeros a salir de las aeronaves que se encontraban listas para despegar. Finalmente, las autoridades libias anunciaron que habían recuperado el control total del aeropuerto.

La agencia libia, que citó a testigos, dijo que un empleado del aeropuerto resultó levemente herido por disparos efectuados por los milicianos, que durante el asalto atemorizaron a muchos pasajeros. El presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafá Abdulyalil, debió entablar negociaciones directas con los milicianos para que abandonaran la terminal aérea. Los hombres accedieron al pedido luego de recibir garantías de Abdulyalil sobre la apertura de una investigación inmediata sobre la desaparición de su jefe. La comisión de seguridad de Trípoli, que responde al Ministerio del Interior, dijo que no tenía nada que ver con la desaparición o secuestro del coronel Abu Ayila al Hubshi y que buscaba dar con los responsables. La ausencia de un cuerpo de seguridad estatal favorece este tipo de protestas por parte de varias milicias que nacieron en el país norafricano durante la rebelión armada que acabó con el asesinato de Muammar Khadafi, el año pasado, con apoyo de la OTAN. En mayo pasado, un grupo rebelde que protestaba porque el CNT no había pagado unas indemnizaciones prometidas lanzó un ataque armado contra la sede del Ejecutivo en el que murieron dos personas.