Miércoles, 27 de junio de 2012 | Hoy
EL MUNDO › EL RECIéN ASUMIDO PRESIDENTE DE PARAGUAY ARGUMENTó SU DECISIóN TRAS LA SALIDA DE FERNANDO LUGO
Hacia adentro de Paraguay, Federico Franco se ubicó como el responsable de evitar un enfrentamiento. Hacia afuera, dijo que lo que menos quiere es tener problemas con dos países poderosos como Brasil y Argentina. Y recordó los compromisos energéticos.
Federico Franco se presentó como el responsable de evitar que la bronca llegue al río. El recién asumido como sustituto de Fernando Lugo aseguró que su prioridad será “evitar una guerra civil en Paraguay”, que podría ocasionarse por la destitución del presidente. En un encuentro con la prensa internacional, Franco dijo haber asumido al frente del gobierno con la intención de llenar el vacío de poder ocasionado por la eyección de Lugo del Ejecutivo. Y, además, intentó calmar las aguas al enviar un mensaje de tranquilidad dirigido a los vecinos países, señalando que en Paraguay se respira un clima de normalidad. Desde su despacho ubicado en el Palacio Presidencial, Franco dijo que si no asumía como vicepresidente, luego de que el Senado decidiera separar al ex religioso de su cargo, se habría producido un derramamiento de sangre, porque el país no estaba en condiciones de permanecer durante tres, cuatro o cinco meses sin que se concretaran las elecciones. Consultado por los comicios generales, Franco reiteró su intención de no adelantarlos y que le gustaría seguir siendo presidente hasta el próximo año.
Franco anunció que en el plazo de una semana su Ejecutivo hará todo lo que no se hizo en los últimos cuatro años. Entre otras cosas, el nuevo gabinete económico pretende presentar su plan hoy para los catorce meses que le quedan de gestión. Y que la próxima semana el Legislativo intentará llevar adelante la aprobación de las condiciones para un nuevo impuesto sobre la renta y de un crédito con Brasil. El desafío para el presidente en funciones es poder demostrarle a la comunidad internacional que el suyo es un gobierno democrático, esto en medio de las reuniones de los distintos bloques regionales convocadas a raíz de la destitución del ex religioso (ver aparte). Respecto de la intención de Lugo de convocar a manifestaciones pacíficas, Franco diagnosticó que su antecesor en la presidencia se encuentra todavía dolido, pero confía en que, como se trata de un hombre de la Iglesia y de reflexión, va a tener ese momento de iluminación en que va a sopesar costo y beneficios en el momento de tomar decisiones.
El presidente paraguayo también repartió gentilezas por igual para Argentina y Brasil por la dependencia que ambos países profesan sobre la energía brindada por Yacyretá e Itaipú, las dos centrales hidroeléctricas que comparten con la vecina Paraguay. Lo hizo al ser consultado sobre el rechazo que su llegada al poder generó en esas naciones. Franco dijo que su intención es mantener relaciones con la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su par brasileña, Dilma Rousseff, en los meses que quedan para que su gobierno llegue a su final. “Lo que menos quisiera es tener problemas con nadie y menos con dos países poderosos que tienen al Paraguay en el medio”, advirtió. Franco agradeció el respaldo de Canadá y Taiwan y dijo entender de alguna forma la resistencia que llega de buena parte de la comunidad internacional.
En el caso de Argentina, cuya presidenta fue la primera en rechazarlo y en retirar a su embajador de Asunción, el jefe de Estado indicó que, con Fernández, tratará de llevar a cabo un trato especial. “No me va a sacar una sola palabra en contra de ella, voy a hacer todo el esfuerzo para que la señora Cristina entienda que Paraguay tiene con Argentina un compromiso claro con Yacyretá” (central hidroeléctrica que comparten sobre el río Paraná). “Gran parte de la iluminación de Buenos Aires se la estamos entregando nosotros desde Yacyretá”, remarcó. En los mismos términos se refirió a Brasil. Le pidió a Rousseff que consultara con sus compatriotas que viven en Paraguay, conocidos como “brasiguayos”, sobre su postura respecto a la crisis política. Una delegación de ese sector, formada, según dijo Franco, por alrededor de medio millón de personas que viven en vastas extensiones agrícolas próximas a la frontera común, se habría reunido ayer con él para darle su apoyo, según dijo el mandatario.
Aunque evaluó como muy difícil que pueda volver al poder, Lugo aprovechó para anunciar que a partir de la semana entrante recorrerá el país para explicar lo que realmente pasó. “Nada es imposible, sigue manteniéndose la resistencia y este martes continuaron las manifestaciones en diferentes departamentos en el país”, señaló en una entrevista exclusiva con el canal Telesur. En la entrevista, Lugo calificó como “viernes negro” lo sucedido con los campesinos paraguayos y consideró que el gobierno de Federico Franco es ilegítimo por mucho ropaje legal y herramienta constitucional con el que se vista. El ex obispo católico dijo haber aceptado el juicio político del Senado para evitar la violencia y la sangre. Tras considerar que sería un error muy grande frenar los procesos pacíficos de resistencia –a los que convocó a su vez a crecer–, Lugo afirmó ante Telesur que a partir de la semana que viene recorrerá toda la geografía nacional para explicar pormenorizadamente lo que sucedió el viernes pasado.
Otro de los países que retiró a su embajador fue Cuba. En un comunicado la isla señaló “no reconocer autoridad alguna que no emane del sufragio legítimo y el ejercicio de la soberanía por parte del pueblo paraguayo”.
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