El presidente francés, François Hollande, llamó ayer a la centena de países que participan en París de la conferencia del Grupo Amigos del Pueblo Sirio a adoptar sanciones más fuertes contra Siria y solicitó a la ONU que actúe “lo más rápido posible”, al tiempo que por primera vez evocó la posibilidad de una ayuda material a los insurgentes. “La situación en Siria es terrible e insoportable para la conciencia humana. Debemos animar al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar disposiciones lo más rápido posible para apoyar de la mejor manera el plan de salida a la crisis”, sostuvo Hollande al inaugurar la cumbre, que tiene lugar en momentos en que el conflicto está al rojo vivo, quince meses después de su inicio.

El canciller francés, Laurent Fabius, declaró el viernes poco antes de iniciarse la conferencia en París de Amigos del Pueblo Sirio, que la cuestión del exilio de Bashar al Assad está planteada, pero considera que el presidente sirio no podrá ser recibido en un gran país como Rusia, Francia o Estados Unidos, “la cuestión está planteada: ¿tal o cual Estado deseará recibirlo? Evidentemente, no se trata ni de Rusia, ni de Francia, ni de Estados Unidos, y probablemente tampoco de China. Es un asunto a ser tratado”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores.

El miércoles, el canciller ruso Serguei Lavrov, que boicotea la reunión de París, confirmó que Rusia fue solicitada para ofrecer asilo al presidente sirio, pero rechazó inmediatamente la propuesta, calificándola de una “broma”. El Grupo Amigos del Pueblo Sirio, fundado en febrero pasado por más de 60 Estados y organizaciones internacionales, cuenta con la participación de un centenar de países árabes y occidentales, además de la oposición siria, pero no logró sumar a Rusia y China en busca de seguir presionando por la renuncia del presidente Bashar al Assad.

Asimismo, Hollande llamó a tomar cinco compromisos concretos: “El rechazo de toda impunidad por los crímenes; la aplicación real y efectiva de sanciones económicas y financieras; el refuerzo del apoyo a la oposición proveyéndola de todos los medios, especialmente en comunicación; la organización de una ayuda humanitaria eficaz; y la promesa de ayuda para la reconstrucción del país”. Las declaraciones de Hollande llamando a reforzar la ayuda a los opositores a Ba-shar al Assad marca un cambio en la posición de Francia, que pese a haber ayudado a los insurgentes mediante sus servicios secretos, nunca hizo pública la situación, según afirma el diario Libération.

La tercera conferencia del Grupo de Amigos del Pueblo Sirio comenzó en momentos en que una fuente cercana al gobierno sirio anunciaba ayer que un alto mando militar, el general Mounaf Tlass, desertó hace tres días y solicitó asilo en Turquía. El general Tlass, cercano a la familia de Bashar al Assad y amigo de la infancia del presidente, fue alejado de su cargo hace más de un año porque se lo consideraba poco fiable. Se trata del oficial superior más prestigioso en desertar. Según fuentes allegadas, el general se dirige a Francia, donde se encuentran su mujer y una hermana.