Desde Madrid

Se reúnen todos los lunes a las siete de la tarde en la Plaza del Carmen de Madrid. Pero ayer lo hicieron en el Parque del Buen Retiro, justo detrás del Palacio de Cristal, una construcción bellísima, como un inmenso jardín de invierno de paredes de vidrio que aloja instalaciones de artistas contemporáneos patrocinados por el Museo Reina Sofía. Sentados en el pasto, buscando la sombra de árboles inmensos porque el calor era sofocante, poco menos de un centenar de desempleados se escuchaban unos a otros en silencio. Sólo se les veía levantar los brazos y agitar las manos en signo de aprobación, como un aplauso silencioso, movimiento que usan los sordos para significar aprobación y que se puso de moda durante las manifestaciones de los indignados. Propuestas, críticas, experiencias, breves análisis de las perspectivas, fueron los temas presentados por varios colectivos, por cooperativas y por la Asamblea de Desempleados, uno de los grupos más organizados, creados por la propia gente sin trabajo para ayudarse a sí misma. Con un megáfono en la mano, fueron hablando uno a uno de pie.

“Tenemos que ser consecuentes con lo que decimos. Si hablamos de boicotear el sistema y los bancos, a quienes consideramos culpables de gran parte de lo que nos pasa, cerremos las cuentas bancarias que tenemos”, dijo uno. “Seamos coherentes –dijo otro– No salgamos de aquí y vayamos de compras al Corte Inglés.” Un tercero hizo referencia a lo conseguido por algunas cooperativas de intercambio. “Si puedes, pagas en euros los bajos precios que te ofrecen por la comida. Si no, usas ‘moneda social’ es decir puedes intercambiar productos o pagar con trabajo. Lo mismo pasa con la red de albergos. Dormir allí cuesta tres euros por noche, pero si no puedes pagar, lo haces con trabajo. No es caridad”, subrayó otro. En cierto sentido parecía estar escuchando a los argentinos que sufrieron experiencias similares durante las crisis del 2001...

Alberto Rosón tendrá unos 45 años y el cabello muy canoso. Es un representante de la Asamblea de Desempleados. El mismo era un desocupado después de haber trabajado por años como experto en logística en una multinacional. Ahora trabaja en una cooperativa que él mismo ayudó a crear: la Cooperativa del Sol. Contó a Página/12 que la Asamblea de los Desempleados de la Puerta del Sol surgió a raíz de los campamentos de indignados que hubo el año pasado, conocido como el movimiento 15M (15 de mayo). “En un primer momento se creó una comisión de economía que elaboró una plataforma de propuestas de 22 puntos en los que se hablaba de bancos y de fiscalidad. Se crearon luego varios grupos de trabajo para analizar distintas problemáticas, entre ellas el empleo. Después de algunos debates se llegó a la conclusión de que era necesario organizarse, dado que los desempleados no estaban sindicalizados y no tenían voz propia. La primera asamblea se hizo el 15 de junio de 2011 y así se empezaron a buscar soluciones”, dijo. La asamblea no le pregunta a nadie sobre su afiliación política ni sus creencias, es inclusiva, cualquiera puede participar, simplemente respetando a los demás, explicó.

“Durante estos meses –continuó– se llegó a la conclusión de que había tres puntos principales a desarrollar entre la gente: el apoyo mutuo, el reparto del trabajo y el reparto de la riqueza pública, y para esto propusieron por ejemplo, en materia de reparto de trabajo, la jornada de 30 horas semanales para que las horas restantes pudieran ser ofrecidas a otros trabajadores. En relación con el reparto de la riqueza pública, Rosón subrayó que “lo público nos pertenece a todos. En la medida en que el gobierno siga haciendo recortes, tendremos menos servicios públicos de salud y de educación. Si esos sectores se privatizan cada vez más, nos lo están robando a todos. Lo público es nuestro, tenemos que defenderlo”, agregó.

En lo que se refiere al “apoyo mutuo”, la asamblea decidió impulsar “las cooperativas para generar empleo estable y de calidad”, explicó. Se está trabajando para crear la Cooperativa Integral de Madrid y Alrededores, CIMA. Ya se han constituido algunas cooperativas legalmente, como la Cooperativa Huerta del Sol, que produce y distribuye alimentos ecológicos y que tiene hasta un puesto de ventas en el Mercado Principal de Madrid. Huerta de Sol tiene 10 miembros por ahora. Pero en la asamblea se han desarrollado otros proyectos, como cooperativas de empleadas domésticas o cooperativas de servicios, que ofrecen cuidado de ancianos, limpieza, guías turísticas, etc. Otra cooperativa se ocupa de la fabricación de ropa de talles especiales. “Hay distintas experiencias, algunas han fracasado, otras están trabajando, otras están empezando. Pero de lo que se trata es de tomar conciencia de que los políticos no nos van a dar nada ni van a aportar soluciones ni a corto ni a medio ni a largo plazo, sino que hay que empezar a construir otros medios de subsistencia y de resistencia”, concluyó Rosón.