Miércoles, 5 de septiembre de 2012 | Hoy
EL MUNDO › GOBIERNO Y GUERRILLA CONFIRMARON QUE ARRANCAN EN OSLO A PRINCIPIOS DE OCTUBRE
En una extensa alocución televisada, el presidente Juan Manuel Santos informó las condiciones y temas en la negociación que, según expuso, no es en sí la paz, sino una hoja de ruta. Timochenko contestó por las FARC.
Por Katalina Vásquez Guzmán
Desde Medellín
Los diálogos de paz en Colombia se pusieron en marcha. Gobierno y guerrilla confirmaron ayer que comenzarán la negociación en la primera quincena de octubre, en Oslo, y dieron a conocer el “acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, el primer tema en la agenda política colombiana desde hace una semana, cuando comenzaron los rumores sobre un posible proceso exploratorio que, según detalla el documento del acuerdo, se realizó en La Habana, Cuba, entre el 23 de febrero y el 26 de agosto de 2012.
En una extensa alocución televisada, el presidente Juan Manuel Santos informó las condiciones y temas en la negociación que, según expuso, no es en sí la paz, sino una hoja de ruta. A diferencia de los más recientes diálogos entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno, en 2002, “este acuerdo no tiene despejes y no hay cese de operaciones militares; las conversaciones se llevarán a cabo fuera de Colombia (...) Y es diferente porque las conversaciones no tendrán tiempo ilimitado”, explicó el primer mandatario. En el tercer punto del acuerdo firmado el 26 de agosto, ambas partes se comprometen a revisar periódicamente los avances para determinar la duración del proceso. Aunque Santos asegura que esta vez no tardará años sino meses.
“Garantizar la efectividad el proceso y concluir el trabajo sobre los puntos de la agenda de manera expeditiva y en el menor tiempo posible para cumplir las expectativas de la sociedad sobre un pronto acuerdo”, es el tercer punto del documento, donde queda claro que Cuba y Noruega serán los “garantes”, y Chile y Venezuela los “acompañantes”. En su cuenta de Twitter, Hugo Chávez afirmó: “¡Acompañemos a la hermana Colombia en sus esfuerzos por lograr la Paz! Ya lo dijo Simón Bolívar: La paz es mi puerto, la paz es mi todo”.
Más adelante, Santos aseveró que las sesiones de diálogo serán discretas y directas: “Será una discusión, sin interrupciones y sin intermediarios, sobre los puntos acordados para llegar al acuerdo final. Y con ese acuerdo final se terminaría formalmente el conflicto”. El principal tema de la agenda será el agrario. La posesión y el uso de la tierra es una de las principales razones del conflicto que vive Colombia hace cinco décadas, en disputa no sólo entre guerrillas y fuerza pública, sino paramilitares, mafiosos y bandas criminales. La participación política de los futuros ex guerrilleros, el fin del conflicto, la solución al narcotráfico y los derechos de las víctimas, en especial de la verdad, serán los otros puntos de la agenda que desde ya tienen.
A la tarde, alias Timochenko, comandante de las FARC, divulgó un video donde respondió a las declaraciones del gobierno, afirmando que “la llave de la paz no reposa en el bolsillo del presidente y tampoco del jefe guerrillero. El verdadero dueño es el pueblo de este país”. Con la imagen del fallecido y legendario jefe rebelde, alias “Tirofijo”, el comandante admitió que la salida al conflicto es el diálogo. Este gesto fue bastante bien recibido por la comunidad local e internacional. Nunca las FARC, recordó León Valencia, analista político, habían permitido incluir en una agenda de negociación la entrega de las armas.
Mientras tanto, los operativos militares continuarán, reafirmó Santos, quien además pidió al país prepararse para un posible recrudecimiento de la violencia en algunos sectores, reconociendo que las FARC han incrementado su accionar recientemente. Sin embargo, se suspenderán las órdenes de captura contra guerrilleros que participen del proceso. “No nos levantaremos de la mesa hasta no lograr la paz”, remató el jefe rebelde. El último momento de la negociación sería la implementación de los acuerdos. En la mesa participarán hasta diez personas por cada delegación. Cinco serán plenipotenciarios y éstos serán quienes den a conocer públicamente los avances.
A pesar de las críticas de unos pocos, el presidente Santos recibió el respaldo de los partidos de la llamada Unidad Nacional, que reúne partidos de diversas orientaciones, y de la comunidad internacional. “Ahora que el gobierno de Santos trabaja hacia una resolución del conflicto, EE.UU. reafirma su larga sociedad con Colombia en defensa y seguridad y su compromiso de trabajar con el país en la promoción de la seguridad ciudadana, el respeto por los derechos humanos y la prosperidad económica para toda su gente (... ) El gobierno de Santos ha demostrado un compromiso inquebrantable en busca de una paz duradera y para asegurar una mejor vida para todos los colombianos a través de sus políticas de seguridad e inclusión social”, dijo Barack Obama en un comunicado.
Por su parte, la otra guerrilla colombiana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), manifestó su voluntad de participar en el proceso de negociación. Hasta ayer el gobierno no confirmó si en la mesa de Oslo también irá esa fracción rebelde.
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