Desde Berlín

Peer Steinbrück, el rival de Angela Merkel para las elecciones del año que viene, propenso a cometer gaffes, inició una disputa política ayer al afirmar que el pago por ser canciller era demasiado bajo y que su contendiente tenía una injusta ventaja porque era mujer.

Steinbrück, de 65 años, un importante dirigente socialdemócrata y ex ministro de Finanzas, está haciendo campaña para reemplazar a Merkel en la elección general de septiembre. Se ha comprometido a luchar contra la codicia, controlar el poder de los bancos y hablar claro del costo de Europa a los contribuyentes.

Sin embargo, hasta ahora su apuesta para desbancar a la primera mujer conservadora líder de Alemania ha fallado por un error tras otro. En octubre, las revelaciones de que ganaba 1,25 millón de euros como orador invitado, y no declaró algunas de sus entradas, provocaron una caída en su popularidad. Ayer, las oportunidades de Steinbrück de mejorar su imagen parecían retroceder aun más después que se quejara en una entrevista con el diario influyente Frankfurter Allegemeine de que, aunque todavía no había sido electo canciller, consideraba que la tarea estaba mal paga. “Casi todos los gerentes de banco ganan más que el canciller”, dijo. “Un canciller alemán gana demasiado poco en relación con los esfuerzos que se esperan que él o ella hagan, y en relación con otras puestos mucho mejor pagos que tienen menos responsabilidad.”

Merkel es uno de los pocos líderes europeos que ha recibido recientemente un aumento de salario. El suyo en 2013 llegará a unos a 205 mil euros. Muchos de sus contemporáneos en Europa han aceptado un congelamiento de salario y un recorte como parte del impulso de austeridad para enfrentar la crisis de la deuda europea que daña a muchas economías. Mario Monti, de Italia, renunció a su sueldo en su totalidad.

Los comentarios de Steinbrück causaron consternación dentro de su propio partido. Gerhard Schröder, el último canciller socialdemócrata de Alemania, insistió en que la paga de los políticos era la adecuada. “Siempre he podido vivir de lo que gano como político. Cualquiera que piense que la paga es muy poca puede buscarse otro empleo”, le dijo al diario Bild am Sonntag.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.