Lunes, 7 de enero de 2013 | Hoy
EL MUNDO › EL VICE MADURO REFUERZA SU JEFATURA EN EL NUEVO ESCENARIO
El funcionario venezolano afirmó que seguirá en su cargo más allá del 10 de enero, incluso si Chávez no puede tomar posesión. El también canciller se posiciona ante un eventual llamado a elecciones anticipadas, advierten analistas.
Nicolás Maduro ocupa un lugar privilegiado en el escenario político sin Hugo Chávez. Con la decisión de seguir al frente del gobierno venezolano a la espera de que se despeje la incógnita sobre si el líder bolivariano estará en condiciones de reasumir la presidencia, su vicepresidente y sucesor designado refuerza su liderazgo ante eventuales presidenciales anticipadas, según afirman los analistas. “Para el chavismo es fundamental que si Maduro es el candidato en una elección presidencial por la salida de Chávez, lo haga desde la posición de jefe de Estado o de una posición ventajosa, de aura de poder y de control de todas las instituciones”, aseguró el analista político Luis Vicente León, director de la consultora Datanálisis.
Antes de partir a Cuba a operarse, Chávez delegó, sin entregarlo, el mando político a Maduro: dijo que si quedaba inhabilitado para gobernar, su delfín asumiría la presidencia temporal hasta el fin del mandato, el 10 de enero, y que sería además el candidato del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en los comicios presidenciales que deberían celebrarse en 30 días. El mandatario, de 58 años, delegó además importantes poderes económicos al también canciller, tales como decretar créditos adicionales al presupuesto nacional y expropiar bienes, entre otras tareas.
El sábado pasado Maduro afirmó que seguirá en su cargo más allá del 10 de enero, incluso si el mandatario, enfermo de cáncer –hospitalizado desde hace más de tres semanas y aquejado de una insuficiencia respiratoria–, no puede asumir ese día ante la Asamblea Nacional, como lo dispone la Constitución. “Yo sigo en funciones y algún día, cuando haya posibilidad, se me juramenta”, dijo Maduro, reafirmando que el oficialismo, aplicando también la Carta Magna venezolana, resolvió esperar a que Chávez, reelecto en octubre, esté en condiciones de reasumir su tercer mandato de seis años ante el Tribunal Supremo de Justicia.
“Yo pienso en Chávez como presidente”, aseguró el viernes Maduro, de 50 años, confiado en que el jefe de Estado regresará más temprano que tarde y negando además tener ambiciones personales de asumir la jefatura de Estado. Maduro, un ex sindicalista del Metro de Caracas y conductor de autobús, se ha desempeñado al frente de la Cancillería desde 2006 y en octubre asumió además la vicepresidencia, una decisión de Chávez que lo ratificó como su principal delfín político.
En estas últimas semanas, a medida que el gobierno ha ido informando a cuentagotas de cómo iba evolucionando el estado de salud del mandatario venezolano, operado por cuarta vez de cáncer, Maduro ha sido la cara más visible del chavismo, protagonizando numerosos actos públicos y entrevistas en medios venezolanos y regionales. A su lado, ha aparecido a menudo el vicepresidente del PSUV y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, otra de las figuras de fuste del chavismo.
“Maduro está tratando de dejar claro que hay un testamento político dictado por el presidente y que él es el heredero porque necesita que se le reconozca como tal”, manifestó la periodista y columnista venezolana Luz Mely Reyes.
La incertidumbre política en torno a la toma de posesión para el nuevo mandato del presidente venezolano aumenta a sólo cuatro días de su fecha prevista y de la mano de variopintas interpretaciones de la Constitución. La Carta Magna establece que en caso de falta absoluta del presidente, que entre otros supuestos contempla la muerte, la incapacidad física permanente y la renuncia, se debe convocar a elecciones en 30 días.
Maduro sería, según lo designado por Chávez, el candidato del partido gobernante frente, probablemente, al líder opositor Henrique Capriles, quien perdió las elecciones de octubre frente al líder bolivariano. Sin embargo, Reyes advierte también que la decisión del vicepresidente de continuar en su cargo después del 10 de enero sin una toma de posesión de Chávez representa un reto para la gobernabilidad de Venezuela. “El período constitucional (2007-2013) termina a medianoche del 9 de enero”, subrayó Reyes. También dirigentes opositores criticaron que pueda permanecer en el cargo: “Nuestro punto es que el vicepresidente no puede seguir en funciones porque ya sería del gobierno anterior”, señaló el sábado Julio Borges, coordinador nacional del partido Primero Justicia, de Capriles (ver recuadro).
Pero, para León, la oposición venezolana no tiene fuerza para impedir que el gobierno siga adelante con la idea de mantenerse en funciones, si Chávez no toma posesión el jueves. “La oposición está articulada sólo electoralmente y no puede protegerse o defenderse contra un gobierno todopoderoso, armado, rico, (que cuenta) con el control institucional del país”, evaluó este analista. Según el último parte médico, el presidente padece una insuficiencia respiratoria luego de sufrir una severa infección pulmonar, tras someterse a su cuarta cirugía contra el cáncer que le detectaron a mediados de 2011.
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