El primer ministro francés, el socialista Jean-Marc Ayrault, envió ayer una carta a todos los ministerios galos para instarlos a realizar un recorte presupuestario para el año próximo, reveló la prensa local. A poco de comenzar 2013, un año donde los efectos negativos de la crisis económica que afecta a la Zona Euro continuarán agravando la endeble situación económica francesa, el gobierno socialista reclama un nuevo recorte que se agrega a los realizados para este año en los ministerios por 10.000 millones de euros.

“Estos ahorros permitirán garantizar el encuadramiento de las cuentas públicas, asegurando el financiamiento de las medidas que decidimos para reforzar la competitividad de nuestra economía, luchar contra el desempleo y profundizar la solidaridad hacia los más necesitados”, explicó en la carta el premier Ayrault, según da cuenta el diario Le Figaro. “En el presupuesto del Estado debemos identificar en total 5000 millones de euros de ahorro nuevo en 2014”, precisó Ayrault en su misiva a los más de 20 ministerios galos.

Por su parte, el ministro delegado del presupuesto, Jerôme Cahuzac, sostuvo hoy que este nuevo ajuste es necesario. “Es un esfuerzo del cual nuestro país no puede abstraerse, porque en estos últimos 20/25 años nos hemos endeudado demasiado, sobre todo en la última década: 900 millones de deuda desde 2002 es mucho, es demasiado”, opinó.

En la carta, Ayrault afirma que los recortes no podrán afectar a la masa salarial, al tiempo que los medios de comunicación prevén discusiones cerradas con los ministros para acordar el 4 por ciento o 5 por ciento que todas las carteras deberán achicar en 2014. Es que algunos ministros ya criticaron la política de rigor económico porque los recortes incluirán a la educación, policía y justicia, consideradas prioritarias por el gobierno y que hasta el momento eludieron los recortes.

Este martes, el mandatario socialista, François Hollande, afrontó su segunda huelga en 10 meses en el poder. La medida de fuerza, acompañada por una movilización nacional de 200.000 personas en 174 ciudades, fue convocada por cuatro de los ocho sindicatos franceses, quienes se oponen a la reforma laboral presentada esta semana por el gobierno.