Desde Roma

Una semana de grandes incógnitas y de confusión comienza hoy en Italia, con una manifestación contra los jueces convocada por Silvio Berlusconi para el lunes, la asunción del nuevo Parlamento el viernes, la manifestación ese mismo día de los seguidores de Beppe Grillo y, entre medio, un hecho que convulsionará la península aunque no se trate de Italia: la elección del nuevo pontífice en el Vaticano.

El sábado, la Justicia de Milán le rechazó a Silvio Berlusconi un certificado médico que pretendía justificar su ausencia y, por ende, postergar el llamado “proceso Ruby”, por prostitución de menores y abuso de poder. Berlusconi había sido internado en un hospital privado de Milán por una especie de conjuntivitis, pero los magistrados le mandaron los médicos judiciales para certificar si verdaderamente necesitaba la internación y éstos dijeron que no. Furioso, Il Cavaliere llamó a sus partidarios para hacer una manifestación el lunes en Milán, frente a los tribunales donde continuará el juicio. Pero en horas de la tarde del domingo, la manifestación fue anulada, ya que los médicos de Il Cavaliere anunciaron que continuará internado porque ahora ha presentado un cuadro hipertensivo.

Berlusconi y sus abogados acusan a los jueces de perseguirlo para sacarlo del mundo de la política. En efecto, si la Corte de Apelaciones confirma la sentencia –cosa que podría ocurrir en los próximos días– por el caso Mediaset, Berlusconi podría quedar inhabilitado para ocupar cargos públicos. Uno de los dirigentes del partido berlusconiano, Pueblo de la Libertad, Fabrizio Cicchito, describió con extrema claridad lo que él y los suyos piensan. Refiriéndose a los médicos que negaron la internación y a los jueces, Cicchito dijo que se trató de “médicos nazis que actuaron por indicación de un tribunal stalinista”. Berlusconi ya había convocado a una manifestación nacional en Roma contra “la Justicia que lo persigue” para el 23 de marzo, el día en el cual teóricamente se conocerá la sentencia de primer grado sobre el caso Ruby.

Por otra parte, el viernes 15 de marzo deben asumir sus cargos los nuevos senadores y diputados y poner en marcha el Parlamento. La primera tarea será elegir a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, cosa que no se presenta fácil. El Partido Democrático, que tiene la mayoría absoluta en la Cámara baja, podría proponer y obtener la presidencia, pero esto podría ser tema de negociaciones con los “grillinos” del Movimiento Cinco Estrellas, a quienes el PD está tratando de convencer para que apoyen a un gobierno presidido por su secretario, Pierluigi Bersani. El PD habría enviado a dos “embajadores” para negociar con los “grillinos”, pero hasta ahora no se conocen los resultados. Para presidente del Senado se habla del actual primer ministro dimisionario Mario Monti, que es senador vitalicio. Pero todo esto puede cambiar en las negociaciones a ultranza que se harán todavía en los primeros días de la semana.

Grillo, mientras tanto, sigue diciendo no a todo acuerdo con el PD para la formación del gobierno, pese a varias acciones de intelectuales y comunes mortales que podrían dividir a su electorado. Una carta abierta a los “grillinos”, firmada por algunos intelectuales y unas 20.000 personas, los invita a reflexionar sobre un “pacto para cambiar Italia”. “Si no es ahora ¿cuándo?”, se preguntan. Decir no a un gobierno con el PD significa inestabilidad y mayores problemas, ya que un gobierno enclenque no podrá tomar las medidas necesarias para cambiar la desastrosa situación económica y social, sin olvidar que las perspectivas para el 2013 hablan de recesión todo el año.

El viernes, los “grillinos”, todos nuevos e inexpertos en el Parlamento, han dicho que marcharán caminando desde el Coliseo de Roma hasta el Parlamento, más o menos un kilómetro de distancia, atravesando el centro de la capital, para hacerse cargo por primera vez de sus escaños. Y han invitado a la población a acompañarlos. Una manifestación de poder y de presencia, en efecto, tres días antes de que empiecen las reuniones del presidente de la república, Giorgio Napolitano, con los jefes de todos los partidos o formaciones políticas, incluido, por primera vez, Beppe Grillo. Las conversaciones del jefe del Estado comenzarán el lunes 18 y se espera de que de ellas surja una persona encargada de formar el gobierno, que luego, paso difícil porque el PD no tiene mayoría en el Senado, deberá ser aprobado por las dos ramas del Parlamento.

Entre medio, el cónclave, que comienza el martes 12, podría hacer sonar las campanas de Roma por la elección del nuevo pontífice bastante rápidamente. En ambientes cercanos al Vaticano se habla insistentemente de un cónclave corto, porque los cardenales ya se habrían hecho una idea bastante precisa de lo que quieren y de cuál debería ser el candidato adecuado.