Dos altos dirigentes del gobernante Partido Popular (PP) admitieron ayer ante la Justicia el cobro de sobresueldos. Ambos funcionarios declararon como testigos en el marco de la investigación sobre la supuesta contabilidad B del PP. Paralelamente, se conocieron papeles secretos del ex tesorero del partido Luis Bárcenas, procesado en la megacausa de corrupción Gürtel, en los que aparece su esposa, Rosa Iglesias, como una de las personas que recibieron fondos. Aunque según las anotaciones de Bárcenas la cantidad es de 650 euros, los escándalos de corrupción que enfrenta el gobierno parecen virar hacia el nepotismo y los negocios familiares. En sus papeles, hay varios apuntes, entre octubre de 2004 y noviembre de 2005, que registran la adquisición de acciones en distintas empresas con dinero del PP de origen supuestamente no declarado, por parte de diversos funcionarios pertenecientes a esa formación.

El presidente del Senado y dirigente del partido en el poder, Pío García Escudero, reconoció que recibió 4200 euros por mes entre los años 1999 y 2003 en concepto de gastos de representación por su cargo de coordinador de organización del PP. García Escudero declaró en calidad de testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, quien se trasladó hasta el Senado para interrogarlo, debido a que la ley prevé esta posibilidad. Dicho juez investiga los documentos de las cuentas B del PP revelados por el diario El País en enero. De los famosos documentos, que recogen una contabilidad paralela entre 1990 y 2008, se desprende una presunta financiación ilegal y el cobro de sobresueldos por parte de la cúpula partidaria, incluido el actual presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.

García Escudero detalló ante el magistrado que percibió un total de 14 pagos de 550.000 pesetas (3400 euros) que le entregó el grupo parlamentario popular y otros 14 de 150.000 pesetas (900 euros) directamente del partido como gastos de representación. No obstante, el político indicó que el dinero lo cobró a través de su cuenta bancaria con las retenciones correspondientes y también lo declaró ante el fisco. También admitió que recibió del PP un préstamo de 24.000 euros –y no de 30.000, como consta en la contabilidad atribuida a Bárcenas– para restaurar su casa en Madrid. Según indicó, el dinero lo negoció con el ex secretario general Javier Arenas y se lo entregó el ex tesorero Alvaro Lapuerta, del que Bárcenas era el número dos.

Antes, el diputado Eugenio Nasarre, quien declaró en la Audiencia Nacional ante el juez Ruz, sostuvo que recibió 1800 euros al mes entre 2000 y 2004 de parte de su partido, como pagos complementarios a su cargo de diputado, por sus responsabilidades internas en el PP. Asimismo, admitió que en 2003 recibió del partido dos pagos en efectivo y en varios sobres por un importe total de 70.000 euros para la Fundación Humanismo y Democracia, entidad de la que era patrono y estaba vinculada ideológicamente al partido derechista.

Otros dirigentes y ex dirigentes partidarios fueron interrogados por el juez Ruz. Entre ellos, el ex diputado nacional Jaime Ignacio del Burgo, quien declaró que había recibido 500.000 pesetas (3000 euros) del PP para ayudar a una víctima del terrorismo y que, por tanto, en la entrega de ese dinero no se pueden buscar retenciones fiscales porque no existen, al no tratarse de una retribución. Por su parte, Calixto Ayesa, ex consejero de Salud de Navarra, aclaró que Del Burgo le entregaba periódicamente un dinero del partido, 3.900.000 pesetas en total (23.439 euros), en forma de sobresueldos. Pero en la información solicitada por el juez para conocer las retenciones fiscales practicadas por el PP no figuran datos de tres años (1991, 1992 y 1993), lo que impide averiguar si Ayesa tributó por estos sobresueldos. Otro apunte manuscrito de Bárcenas señala que Jaume Matas, ex ministro de Medio Ambiente, recibió 8400 euros. Sin embargo, Matas sólo reconoce haber cobrado un sueldo del partido cuando dejó el ministerio y fue designado candidato a presidente autonómico de Baleares. Esas retribuciones sí aparecen en la contabilidad oficial del partido con sus correspondientes retenciones fiscales.

En los próximos días, otros funcionarios del PP que reconocieron haber recibido dinero del partido por cantidades que figuran en la contabilidad B prestarán declaración ante el juez Ruz. Esta semana declararán dos altos cargos de las finanzas del PP: el cajero, Luis Molero, y la jefa de contabilidad, Milagros Puente. Mientras el PP niega toda veracidad a la mencionada contabilidad B, la investigación de juez Ruz compromete cada vez más a la fuerza gobernante por el alcance del escándalo. El caso de corrupción política sería mayúsculo, ya que abarca varias décadas. Incluso datos publicados recientemente sobre la investigación indican que el ex presidente del gobierno español José María Aznar cobró sobresueldos –dinero de su partido– cuando estaba en el poder, algo prohibido por ley.