Sábado, 1 de junio de 2013 | Hoy
EL MUNDO › LADRONES, POLICIAS O “GUERRILLEROS” ASESINAN A UN GANADERO
Luis Lindstron había sido secuestrado en el 2008 supuestamente por integrantes del EPP y liberado 40 días después tras el pago de entre 140.000 y 400.000 dólares. Ayer lo mataron francotiradores cuando salía de su chacra en San Pedro.
El ganadero Luis Lindstron fue asesinado a tiros en su establecimiento de Tacuati Poty, departamento de San Pedro, sin que se sepa si fueron ladrones de ganado o “guerrilleros” del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Ayer a la mañana, Lindstron iba a bordo de su camioneta en compañía de sus custodios. El hermano del fallecido sostuvo que está involucrada la policía, aunque ésta aseguró que no hubo descuido en su custodia.
Lindstron había sido secuestrado en el 2008 supuestamente por integrantes del EPP y liberado 40 días después tras el pago de entre 140.000 y 400.000 dólares. En aquel secuestro, atribuido al EPP, la Fiscalía involucró a 14 personas, pero todas fueron sobreseídas por orden judicial. En un juicio posterior, tres de los acusados fueron condenados a cinco años de cárcel.
El comisario Antonio Gamarra, jefe de policía de Concepción, confirmó que el ganadero fue asesinado por “disparos de arma de fuego por parte de francotiradores”. Después del secuestro del 2008 el ganadero contaba con custodia policial, que el subcomandante de esa fuerza a nivel nacional, Carlos Altemburger, precisó en 20 efectivos, pero reconoció que ninguno de ellos se encontraba presente en el momento del ataque.
Aníbal Lindstron, hermano del ganadero muerto, comentó a radio 1º de Marzo que “dos francotiradores habrían atacado de ambos lados a Luis, en el momento en que salía de su chacra para abordar su vehículo”. El hermano del fallecido también formuló duros cuestionamientos a la policía al decir que personal policial estaría involucrado con el EPP. Afirmó, además, que la familia tenía conocimiento de que un hecho de esta naturaleza podría ocurrir en cualquier momento, pero aseguró que “la policía minimizó las advertencias”.
Ante estas declaraciones, el subcomandante de la policía manifestó que la familia Lindstron debería hacer estas denuncias “de una manera más seria”. “Si tienen una denuncia que hacer, yo creo que sería muy bueno que lo haga de una manera responsable; si hay algún personal policial que esté involucrado, que den nombres”, dijo. Igualmente reconoció su desconocimiento sobre las supuestas nuevas amenazas que habría recibido el ganadero. “Si se hubiera tenido una información de este tipo no creo que la hubiéramos desaprovechado”, acotó.
“No creo que haya sido por una desidia policial. Siempre uno está alerta, siempre la posibilidad de atentado en Concepción es elevada”, dijo el subcomandante al asegurar que “se han hecho todas las prevenciones previstas”. Altemburger precisó que en la zona “hay un destacamento con 20 personas permanentes que trabajan en el operativo de seguridad”, sin embargo, para explicar que al momento del atentado el ganadero estaba solo, especuló que “posiblemente ha decidido dejarlos (a los custodios) para cobertura a los tractores que trabajaban en el monte y por eso es que se ha desprotegido”.
Lindstrom se había trasladado a tempranas horas de hoy a un establecimiento en la zona de Tacuati Poty a llevar personal y a su retorno, según el jefe policial, fue emboscado por sicarios en una zona boscosa. Los disparos con armas automáticas vinieron de todas las direcciones, según el comisario Rafael Benegas, jefe de la comisaría de Tacuati, San Pedro, impactando varias balas en el cuerpo de Luis Lindstron.
Silvia Cubas, hermana de Cecilia Cubas, secuestrada y asesinada por el EPP, confirmó que Luis Lindstron vivía atemorizado por las constantes amenazas de muerte. Consideró que con su fallecimiento se demostró que “las cosas se salieron de control”. Recordó que en una ocasión el ganadero llamó a la casa de la familia para solicitar hablar con Mirtha Gusinky, madre de Cecilia Cubas. En la ocasión, señaló que “mucha gente piensa que soy cobarde, pero nadie sabe el miedo con que vivo”, según rememoró la mujer. “Nunca voy a olvidar esas palabras. Este señor vivía atemorizado y no era en balde”, aseveró.
Silvia Cubas señaló que el ganadero ahora asesinado nunca quiso denunciar la situación que vivía debido a que “su seguridad dependía de lo que pudiera decir”. “Con este tipo de delincuentes, nada es seguro. Pagás el rescate (en los casos de secuestro) e igual no liberan a tu familiar”, manifestó al recordar el caso Cecilia Cubas. Afirmó que se demostró que las autoridades estarán sobrepasadas en la lucha contra la banda criminal. “Es algo que no tiene control en este momento. Nos demostraron que son superiores a nosotros”, manifestó.
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