EL MUNDO
Los puentes que traban la paz en la guerra liberiana
El gobierno de Liberia resiste la toma de dos principales accesos a la capital mientras se hace inminente una intervención internacional.
Los rebeldes liberianos del LURD, que combaten intensamente desde hace dos semanas en Monrovia a las fuerzas del presidente Charles Taylor, declararon ayer un alto el fuego unilateral a la espera de la llegada de una fuerza de paz de Africa occidental, que se desplegará “muy pronto” en ese país, según dijo el presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo. Pero el anuncio se opacó con otro posterior: Taylor rechazó la tregua –lo que obstaculiza la llegada de las ayudas de paz y humanitaria– y anunció una contraofensiva para “retomar” Buchanan, la segunda ciudad del país, ocupada anteayer por el grupo minoritario Movimiento para la Democracia en Liberia (MODEL). Al mismo tiempo, Estados Unidos analiza enviar tropas a ese país y ha pedido la renuncia de Taylor. Washington ayer acusó a Guinea de apoyar al LURD, al que advirtió que “detenga inmediatamente los combates” en la capital liberiana.
“Todos nuestros hombres procedieron a un alto el fuego y tienen orden de congregarse en el puerto de Monrovia”, controlado por los Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD) desde el 19 de julio, declaró Kabinek Ja’neh, que representa al movimiento en las conversaciones de paz de Accra, capital de Ghana. Ja’neh aseguró que el presidente del LURD, Seku Damate Conneh, se comprometió formalmente a un cese de hostilidades en una carta transmitida ayer al embajador de Estados Unidos en Monrovia, John Blaney. Pero Conneh matizó que LURD dejará de atacar sólo si lo hace también el gobierno, que exige que los rebeldes se retiren de la capital. El general Roland Duo, de las tropas gubernamentales en el frente de batalla, afirmó que pese a su declaración de un alto el fuego, los rebeldes continuaban atacando a las fuerzas gubernamentales. “No es suficiente retirarse (de la zona del puerto de Monrovia), es inaceptable”, dijo el canciller de Liberia, Lewis Brown. Mientras, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, anunciaba que iniciará “inmediatamente” los preparativos para una intervención de la ONU.
El 22 de julio, el LURD ya había ordenado por primera vez a sus hombres detener su ofensiva sobre Monrovia, orden que no había sido respetada. En esta oportunidad, según indicó Ja’neh, los combatientes rebeldes permanecerán agrupados en el puerto de Monrovia hasta la llegada de una fuerza de paz internacional, a la que entregarán esa posición. Luego, el LURD se replegará más allá del río Po, situado una decena de kilómetros al norte de la capital, donde esperará el inicio del proceso de desarme. Paralelamente, el grupo MODEL se vio involucrado ayer en intensos combates con las fuerzas de Taylor. El gobierno, tras haber perdido el control del puerto de Monrovia, contaba con Buchanan como su único acceso al tráfico marítimo. Tras la caída de Buchanan anteayer, el gobierno pasó a depender del aeropuerto de Roberts, entre Monrovia y Buchanan, para recibir suministros de alimentos y municiones.
La Comunidad Económica de Estados de Africa del Oeste (CEDEAO) decidió enviar una fuerza de paz de 3000 hombres a Liberia, aunque todavía no fijó la fecha. Pero ante la continuación de los combates y al empeoramiento de la situación humanitaria, el CEDEAO anunció que desplegará “urgentemente” dos batallones nigerianos, que aún no se han movilizado. El cese del fuego es una condición exigida para el despliegue de la fuerza del CEDEAO, integrada con 1300 hombres pertenecientes a dos batallones de Nigeria, cuyo presidente, Obasanjo, exigió como condición para autorizar el despliegue de tropas una tregua y garantías de que el financiamiento de la operación será por cuenta internacional.
Asimismo Obasanjo, de visita en Londres, afirmó que los soldados de la fuerza de paz de países de Africa occidental se desplegarán “muy pronto” en Liberia. Este anuncio contradijo la declaración de un consejero suyo en Lagos, que había afirmado que Nigeria no enviaría tropas a Liberia hasta no recibir una garantía sólida sobre el financiamiento de esta misión por parte de la comunidad internacional. Nigeria ofreció a principios de este mes asilo a Taylor, quien lo aceptó con la condición de entregar el poder a fuerzas internacionales.