EL PAíS › DOS ENCUESTAS REVELAN QUE ZAFFARONI TIENE MUY ALTA ACEPTACION
En la Corte también gana el estilo K
Un sondeo de Artemio López y otro de Heriberto Muraro coinciden en que el candidato propuesto por el Gobierno para la Corte tiene mucha más aceptación que rechazos. El nivel de conocimiento público es también alto.El posible supremo responde a un reportaje y explica su actuación durante la dictadura, su posición sobre Garzón y su pensamiento en materia de derechos humanos. Y responde a las críticas.
Por Raúl Kollmann
Casi la mitad de los ciudadanos está de acuerdo con la propuesta del Gobierno de postular a Eugenio Raúl Zaffaroni para la Corte Suprema de Justicia, mientras que un porcentaje mucho menor, entre el 15 y el 18 por ciento no está de acuerdo. Por supuesto que no se trata de una opinión técnica del hombre común –que en verdad no conoce en detalle la carrera ni los fallos del ex camarista–, pero es una percepción del debate que se ha entablado en las últimas semanas. Como sucede con buena parte de las iniciativas del Ejecutivo, lo que prima es el actual nivel de confianza que existe en el Presidente, por lo que sus propuestas tienden a ser aceptadas, de entrada, por una sólida mayoría de los ciudadanos.
Las conclusiones surgen de dos encuestas realizadas sobre el tema por la consultora Telesurvey, que lidera el conocido sociólogo Heriberto Muraro, y por la consultora Equis, que encabeza otro sociólogo conocido, Artemio López. En el primer caso entrevistaron a 960 personas de Capital Federal y Gran Buenos Aires, mientras que la muestra de Muraro abarcó a 300 encuestados. En los dos trabajos se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.
Más del 70 por ciento de la población sabe que el Ejecutivo propuso a Zaffaroni y por lo tanto tiene conocimiento del debate planteado. Sobre ese total, cerca de la mitad –41 por ciento de acuerdo con los datos de Equis y 48 para Telesurvey– está de acuerdo en que Zaffaroni acceda a la Corte, mientras que los que están en desacuerdo oscilan entre el 18 por ciento para Equis y el 15 para Telesurvey. O sea que hay, por ahora, una nítida mayoría de acuerdo con la propuesta.
En ambos estudios se verifica que una de cada tres personas no se pronuncia, ya sea porque dice no tener elementos suficientes para dar una opinión en un debate que tiene mucho de técnico o porque directamente no quiere emitir esa opinión.
Como es natural, el esquema de selección propuesto por el Gobierno no consiste en someter la candidatura de Zaffaroni ni de otros postulantes a una elección o a un juego de mayorías y minorías, sino que las organizaciones no gubernamentales, los colegios de abogados, el mundo académico y la instituciones vinculadas con el Derecho y la Justicia emitan su opinión, tras lo cual el propio Ejecutivo resolverá si mantiene la postulación o la retira. Hasta ahora, la mayoría de esas organizaciones, colegios e instituciones están de acuerdo con la postulación de Zaffaroni y hay una minoría que cuestiona algún tramo de su trayectoria o alguno de sus fallos. El siguiente paso que deberá dar el Gobierno es enviar –o no– la propuesta al Congreso, donde el Senado tiene la última palabra.
Prácticamente todas las encuestas realizadas en la última semana evidencian que Néstor Kirchner registra niveles altísimos de imagen positiva, batiendo todos los records de los últimos años. Incluso la consultora Catterberg y Asociados comparó las imágenes positivas de Kirchner, de De la Rúa y de Duhalde cuando cumplieron 60 días de gobierno, y el santacruceño duplica al radical y triplica a Duhalde. Con semejantes índices, es extraño que una propuesta presidencial recoja mayoría de rechazos. Más bien sucede lo contrario: casi cualquier iniciativa del Presidente tiene ahora aceptación. Y esto se ha visto con casi todos los pasos que dio Kirchner, empezando por el recambio en la cúpula militar o la intervención del PAMI y ahora, últimamente, las visitas a Europa y Washington.
Lo que también reflejan las dos encuestas es que hasta el momento no han tenido fuerte impacto en la población los argumentos esgrimidos contra Zaffaroni por los sectores ubicados en la franja política de derecha, que ha sido la protagonista del embate contra el ex camarista. Argumentos que van desde considerarlo “un enemigo de la familia” hasta asegurar que elprestigioso tratadista de derecho penal es un enemigo del derecho penal. Por ahora, casi la mitad de la gente acepta las razones esgrimidas por el Ejecutivo: que Zaffaroni es un jurista de prestigio internacional.