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Más de 120 candidatos comenzaron ayer la insólita carrera por la gobernación de California, el estado más poderoso y con más habitantes de Estados Unidos. Además de Arnold Schwarzenegger y el “rey del porno” Larry Flint, otro de los candidatos es el ex actor Gary Coleman, que encarnaba a “Arnold” en la serie de la década del ochenta “Blanco y Negro”, y que hasta hace poco trabajaba como guardia de seguridad de un supermercado. El actual gobernador, el impopular Gray Davis, podría quedarse sin su cargo si los californianos así lo deciden en el plebiscito del 7 de octubre. Entre los que quieren su puesto también figura el actual vicegobernador, Cruz Bustamante, un luchador de sumo, una señora de 100 años y un locutor de radio que reconoció que la campaña es “una buena manera de conocer mujeres”. Pero una encuesta de CNN publicada el sábado afirma que si el referendo se hiciera ahora, el actor de Terminator ganaría con el 25 por ciento de los votos.
El candidato que más se destaca es Schwarzenegger, quien, acompañado por su esposa Maria Shriver, llegó ayer a la oficina de registro electoral del condado de Los Angeles para tramitar su participación en el referendo. Cada candidato tiene que pagar una solicitud de 3500 dólares y juntar un mínimo de 65 firmas de votantes afiliados. El que no quiera pagar este monto puede juntar 10.000 firmas de votantes. El austríaco nacionalizado estadounidense además tuvo que declarar su abultado patrimonio. “Va a representar a los demócratas, a los independientes y a los republicanos, hombres y mujeres de todo el estado”, dijo Shriver, mientras su esposo llenaba las solicitudes. Ella trabaja como periodista para la cadena NBC y es sobrina de John F. Kennedy. Minutos más tarde, el actor republicano contestó las preguntas de los periodistas que lo esperaban a la salida. Dijo que no tiene miedo de convertirse en carne de cañón para la prensa amarilla, pero se negó a decir cómo hará para resolver el agujero fiscal que está enterrando a California en caso de ganar el próximo 7 de octubre.
Para el gobernador Gray Davis, Schwarzenegger no tiene ninguna experiencia para administrar el estado. “No se puede llegar muy lejos reciclando frases de viejas películas”, dijo. Pero no es mucho lo que puede hacer Davis frente al protagonista de Conan. En los últimos meses, su imagen ha caído vertiginosamente. Se le critican sus decisiones para intentar tapar el enorme déficit fiscal del estado y la manera en que resolvió la crisis energética que sufrió California hace dos años. Si Davis pierde el plebiscito, se convertiría en el segundo gobernador norteamericano en ser destituido. En 1921, los votantes de Dakota del Norte destituyeron al gobernador Lynn Frazier. Las razones fueron similares a las del caso de Davis. Por entonces, el precio de los granos se había disparado y los bancos estaban al borde de la quiebra.
Según el sondeo de CNN, si el referendo se hiciera ahora, Schwarzenegger ganaría con el 25 por ciento de los votos, sacándole 10 puntos de ventaja a su competidor más cercano, el vicegobernador Bustamante. Si este último fuese elegido, sería el primer gobernador latino de California. Otro demócrata que había decidido competir contra su jefe, el comisionado estatal de Seguros John Garamendi, se bajó de la carrera a último momento. Para él, el plebiscito se ha convertido en un “circo” y cada día que pasa “estamos más lejos de contemplar las reformas necesarias para restaurar nuestro gobierno y la reputación del estado”.