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Los cancilleres de los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) analizarán desde hoy en Caracas la situación de Venezuela, afectada desde el 6 de febrero por protestas cotidianas, en cuyo contexto se registraron 36 muertos y al menos 461 heridos y 1854 detenidos, según datos oficiales. En tanto, el presidente Nicolás Maduro anunció que instruyó a su canciller, Elías Jaua, para que, “empezando por la Unasur”, denuncie a la oposición venezolana ante los organismos internacionales por la agresión fascista reflejada en las protestas de los últimos dos meses, reportó la agencia noticiosa estatal AVN.

La nómina de víctimas se amplió en las últimas horas con las muertes de Miguel Parra, sargento ayudante del ejército, de 42 años, en la mañana de ayer en Mérida –capital del estado andino homónimo–, y de Adriana Urquiola, de 28, antenoche en Los Nuevos Teques (estado de Miranda). Parra recibió un tiro en el cuello mientras intentaba retirar una barricada, informó el gobernador de Mérida, Alexis Ramírez, y Urquiola, que estaba embarazada, fue baleada al bajarse de un colectivo, confirmó el gobernador de Miranda, Henrique Capriles. En ambos episodios resultaron heridas otras personas, informaron el canal Globovisión y el diario Ultimas Noticias.

La misión de los cancilleres de la Unasur fue decidida el 12 de este mes, en Santiago, cuando el organismo resolvió escuchar tanto al oficialismo como a la oposición y “acompañar al gobierno de Venezuela en el diálogo que está impulsando” en busca de una solución pacífica al conflicto. Los cancilleres de Colombia y Paraguay, María Angela Holguín y Eladio Loizaga, que se reunieron ayer en Asunción, opinaron que debería ampliarse la agenda de esa comisión.

“Creemos que tiene que ser más amplia para poder tomar contacto con todos los sectores políticos y sociales”, dijo Loizaga, mientras Holguín pidió que haya más partes con las que conversar. Asimismo, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se ofreció como sede de un eventual diálogo entre autoridades del gobierno y dirigentes de la oposición, reveló el obispo emérito de Los Teques –capital de Miranda–, Ovidio Pérez Morales. Por otra parte, el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), capitán retirado Diosdado Cabello, afirmó en conferencia de prensa que la opositora María Corina Machado perdió su condición de diputada por haberse acreditado la semana pasada como representante alterna de Panamá ante la OEA y que debe investigársela por el presunto delito de “traición a la patria”.

Cabello invocó el artículo 191 de la Constitución, que establece que los diputados no podrán aceptar o ejercer cargos públicos sin perder su investidura, y aseguró que “la señora Machado no vuelve a entrar (a la Asamblea) como diputada, por lo menos en este período” parlamentario, que concluirá en 2015. “Sr. Cabello: yo SOY diputada a la AN mientras el pueblo de Venezuela así lo quiera”, respondió Machado por Twitter al aterrizar en Lima, a donde viajó para participar de un seminario de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) que preside el Premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa.

Machado es una de las figuras más populares de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que reúne a 29 partidos opositores y, junto al encarcelado Leopoldo López y al alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, encarna dentro de esa coalición la postura más radical contra el gobierno. Por lo demás, el abogado constitucionalista chavista Hermán Escarrá propondrá a la Asamblea un proyecto de “ley antiterrorista” que permita una actuación más rápida y eficaz ante las barricadas y los piquetes de protesta.

A su vez, el secretario ejecutivo del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo, Enrique Ochoa Antich, sostuvo que Venezuela está “entrando en el concepto de una guerra civil”, juzgó inaceptable que la oposición no dialogue con el gobierno antes de salir a las calles y exhortó a cesar la consigna de “la salida” de las autoridades en las protestas.