José “Pepe” Mujica defendió las políticas económicas del gobierno que preside desde 2010, aunque algunas de ellas no hayan sido muy bien recibidas entre la clase empresaria, como la suba del salario mínimo.

De visita en la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Mujica instó a los empresarios a responder por la pobreza y a luchar por una integración que permita avanzar a los países. “Tenemos que hacernos cargo de los pobres del mundo. El problema es ir a donde está la pobreza para que haya menos pobres”, expresó el mandatario. Además, defendió a los sindicatos y sostuvo que Uruguay no es un país corrupto. “No somos muy trabajadores, somos más o menos. Pero no andamos coimeando al empresario que viene. Somos un país decente.” En ese sentido, aseguró que los dirigentes que hay en Uruguay “no se compran ni se venden”. En esa línea, el presidente resumió su relación con el sector privado: “Somos amigos de los empresarios, pero no les vendemos el alma ni les compramos el bolsillo”.

El discurso del presidente uruguayo se centró en los logros económicos de su gobierno y en la lucha por superar la pobreza a nivel mundial. Para Mujica, las oportunidades están en “un mundo caótico”, pero “tenemos que luchar, luchar para integrar a este mundo entero y sé que hacerlo cuesta, sé que cuesta, pero tenemos que hacerlo y hacernos cargo” de los más necesitados. El líder de la alianza gobernante Frente Amplio resaltó que su gobierno arrancó con un 39 por ciento de pobreza y que logró reducirla a un 11 por ciento. En tanto, destacó que la indigencia fue reducida de 4,5 a 0,5 por ciento. “La cosa que más subió en Uruguay es el salario mínimo y es que a los empresarios les duele, porque ellos luchan por la rentabilidad de la empresa, pero la obligación del gobierno es obligar a repartir para que no se tranque la economía”, subrayó.

Mujica señaló que, gane quien gane las elecciones uruguayas de fin de año, el país va a tener la planta de celulosa más grande del mundo, que se ubicará en el departamento de Cerro Largo o muy cerca de él. También subrayó que hoy “somos cada vez más un país productor”. El histórico dirigente de la izquierda admitió que al principio su gobierno no veía con buenos ojos la llegada de capitales extranjeros. “Salimos de un círculo vicioso, antes desconfiábamos de la inversión exterior”, dijo el jefe de Estado. Hace una década “estábamos en los últimos puestos en materia de inversión en América latina y la inversión andaba por 180 millones. Este año está tocando los 3000 millones y, cuando este gobierno se vaya, los números serán de 4000 o 5000 millones de dólares”, añadió.

Frente a una selecta audiencia de empresarios, el presidente uruguayo resaltó que el PIB del país su-damericano se ha triplicado en diez años y lleva un crecimiento sostenido en torno del 4 por ciento en los últimos años.”Se aprovechó una coyuntura, pero logramos mecanismos para invertir y con ello multiplicar la productividad, y también la competitividad”, reafirmó Mujica, quien estuvo acompañado por el ministro de Economía, Mario Bergara. Para el mandatario, el asunto “no es tener plata”, sino el coraje para tomar riesgos. “Antes lo sacábamos, estaba en Suiza, por ahí, ahora no. Hemos pasado de ser un país especulador a un país productor, generador de recursos y de servicios”, destacó.

Mujica exhortó al auditorio conformado por más de un centenar de empresarios norteamericanos a invertir en su país. “Los invito a invertir, porque estamos en el Mercosur, muy criticado, con muchos defectos y por momentos un desastre, pero estamos al lado de Brasil; con excelentes relaciones políticas, económicas y sociales.” Fiel a su estilo directo agregó: “No les den pelota a los análisis económicos, esos que se hacen de apuro. Piensen cómo crecen las masas en Brasil, la concentración de recursos y lo que es este mundo”.

Mujica llegó a Estados Unidos el lunes, donde fue recibido por su par estadounidense, Barack Obama, con quien abordó la ampliación de los intercambios comerciales y otros temas de la agenda bilateral, entre ellos el traslado a Uruguay de algunos presos de la cárcel de Guantánamo. La visita de Estado de Mujica también comprendió reuniones con el vicepresidente, Joseph Biden, y el secretario de Estado, John Kerry; además de encuentros en la Organización de Estados Americanos (OEA) y charlas y conferencias con directivos de centros económicos y medios de comunicación.