Uno de los comandantes de las fuerzas independentistas, Alexei Relke, fue detenido por las tropas federales de Ucrania mientras la región de Donetsk se declaraba una república parlamentaria. El ministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov, informó que Relke, jefe del Ejército Sur-Este, había sido apresado y trasladado a otra región para ser procesado por diversos delitos, entre ellos el de intentar revertir el orden constitucional ucraniano. Como respuesta, separatistas prorrusos armados se apoderaron más tarde de un cuartel de la Guardia Nacional ucraniana en Donetsk. En un informe presentado ayer, la ONU denunció “un deterioro alarmante” de los derechos humanos en el este de Ucrania.

Por esta razón, Naciones Unidas pidió a los actores de la crisis que hagan lo posible para impedir que los rebeldes pro-rusos “desgarren” Ucrania, pintó un sombrío panorama de la situación, con torturas, asesinatos y secuestros en el este, según el informe presentado en Kiev. Rusia reaccionó inmediatamente, criticando “la falta total de objetividad” de este documento, que calificó de “encargo político” para blanquear a las autoproclamadas autoridades de Kiev. El informe enumera “numerosos ejemplos específicos de asesinatos, torturas, palizas, secuestros, actos intimidatorios selectivos y algunos casos de acoso sexual, en su mayoría cometidos por grupos antigubernamentales bien organizados y armados en el este del país. Aunque algunos han sido ulteriormente puestos en libertad, los restos de muchos otros han sido tirados a los ríos y a otras zonas. El problema es especialmente grave dentro y alrededor de la ciudad de Slaviansk”, feudo de los rebeldes prorrusos, destacó el documento. Asimismo, el informe cita casos en los que las tropas regulares ucranianas que operan en el este “fueron acusadas de matar a personas y de ser responsables de desapariciones forzadas”.

La alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, pidió a las personas con influencia sobre los grupos armados en el este de Ucrania que “hagan cuanto puedan para frenar a estos hombres que parecen determinados a desgarrar el país. El informe alude también al aumento de secuestros y detenciones ilegales de periodistas, militantes, políticos locales, representantes de ONG y de militares en el este de Ucrania. La cancillería rusa salió rápidamente a contestar el informe. “Nos vemos hoy en la necesidad de constatar que el informe tiene poco en común con el estado de cosas en Ucrania en materia de derechos humanos”, declaró en Moscú el vocero de la cancillería rusa, Alexander Lukashevich. El diplomático indicó que el informe señala “cínicamente” que las causas de la masacre del pasado 2 de mayo en la ciudad de Odesa, donde murieron 48 personas por el incendio en la Casa de los Sindicatos, fueron las acciones de ciertos activistas prorrusos. “Causa sorpresa que en las más de treinta páginas del informe no figuren las manifestaciones neonazis y de nacionalismo agresivo en Ucrania”, agregó.

Sin embargo, ninguna de las partes enfrentadas cede. En cuanto a Relke, Avakov aseguró que el detenido era uno de los “terroristas” más radicales que operaban en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde los secesionistas se sublevaron a principios de abril contra el gobierno central de Kiev. La detención se dio a conocer poco después de que Donetsk se proclamara una república parlamentaria de acuerdo con lo decidido por el Soviet Supremo, nombre del Poder Legislativo instaurado por los insurgentes.