El ex presidente paraguayo Fernando Lugo, actual senador del Frente Guasú, defendió su independencia ideológica, a dos años de su destitución en un controvertido juicio político exprés. “No soy ficha de la izquierda pero tampoco de la derecha. Yo fui fichado por la democracia cristiana”, aseguró el ex mandatario que llegó al poder en 2008 luego de trabar una alianza inédita con los liberales para terminar con 61 años de omnipresencia del Partido Colorado. “Los de izquierda decían que era de derecha y los de derecha decían que era un ultraizquierdista ideologizado vendido a (Hugo) Chávez, pero desde la fe nadie puede negar que mi opción siempre ha sido por los más pobres”, explicó Lugo.

El ex presidente recordó además que con el fallecido presidente venezolano eran amigos y tenían “una cuestión psicoafectiva muy fuerte. El era un hombre muy religioso también, con sus luces y sombras”, dijo Lugo, quien reconoció que ambos tuvieron diferencias de opinión en algunos aspectos. Lugo fue destituido por el Parlamento el 22 de junio de 2012, una semana después de que un operativo policial, como muchos otros realizados durante las numerosas ocupaciones de tierra por campesinos para reclamar terrenos donde establecerse, desembocara en un intercambio de disparos cerca de la localidad de Curuguaty.

Seis policías y once campesinos murieron sin que aún se sepa qué fue lo que ocurrió exactamente. La masacre fue el motivo esgrimido por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Partido Colorado para abrir un juicio político contra Lugo, quien en menos de 48 horas fue encontrado culpable, en un juicio sumario, de mal desempeño de sus funciones. “Políticamente Lugo no está muerto”, exclamó el legislador en tercera persona. “El proyecto que llevamos adelante es con liderazgo colectivo, si el Frente Guasú hace las cosas bien, tiene un futuro promisorio”, agregó.

Lugo dijo que las encuestas siguen mostrando que su gobierno es el mejor valorado. “Hay nostalgia en la sociedad de nuestro proyecto”, dijo y denunció el deterioro de la salud y educación en Paraguay luego de que saliera del Ejecutivo guaraní. “Borraron nuestras políticas sociales y nuestra trayectoria económica de austeridad, empezaron a emitir bonos de deuda. Se está perdiendo la salud gratuita y universal”, espetó. El ex obispo dijo que apoyará cualquier proyecto claro para la presidencia en el 2018, “no importa si es de Carlos Fillizzola, Esperanza Martínez, Sixto Pereira, Aníbal Carrillo o cualquier otro del Frente Guasú, con tal de que haga políticas claras en favor del país”.

Sin embargo, Lugo matizó que será en el seno de la coalición de partidos que forman el Frente donde se decida quiénes serán los próximos candidatos. Lugo dijo que no es fácil trabajar en el Legislativo, al que llegó tras las elecciones de 2013 junto a otros cuatro miembros de su partido. “Ahora tengo que convivir con legisladores herederos del más rancio stronismo”, dijo en referencia a senadores que reivindican la dictadura del militar Alfredo Stroessner, que controló Paraguay desde 1954 hasta 1989.

También aseguró que en su primer día como senador sintió que estaba entre sus “ex verdugos de hace dos años”, pero manifestó que “no queda otra que ejercer el pluralismo y la sana tolerancia que debe caracterizar a la sociedad y a la política”. Para el legislador, la Cámara alta es un escenario positivo que lo enriquece como político y como persona, pese a ser a veces un ambiente hostil.

Asimismo, recordó que el eje de su gobierno fue la reforma agraria y sigue siéndolo para el Frente Guasú. “El tema de la tierra es un tema gordo aquí en Paraguay. Mientras no se solucione la tenencia irregular de la tierra no habrá paz social en nuestro país”, destacó el ex presidente. “Paraguay tiene 406.752 kilómetros cuadrados, pero sumando todos los títulos de tierra tiene unos 529.000, o sea, es un país de dos y tres pisos”, agregó. A dos años de su salida del gobierno, el senador admitió que pasó por su cabeza oponerse al juicio parlamentario, pero dijo que prefirió aceptar “un juicio injusto que ha llevado a evitar más derramamiento de sangre”.