El rey de España, Felipe VI, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificaron ayer de excelentes las relaciones bilaterales en el ámbito político, económico y cultural, y analizaron la evolución de distintos conflictos internacionales, en una primera reunión donde ambos mostraron buena sintonía. El encuentro, que se celebró en el Hotel Waldorf Astoria, sede de la delegación estadounidense que participa en la Asamblea General de Naciones Unidas, duró casi media hora, más de lo previsto, informaron fuentes oficiales, que no descartaron que en la reunión se tratara la candidatura española al ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente.

Sobre si analizaron durante la entrevista la crisis de Siria tras los recientes bombardeos, las mismas fuentes indicaron que sólo confirmaban que se había hecho un repaso somero a conflictos internacionales de actualidad e insistieron en que se trataba de un primer contacto entre ambos mandatarios. En esta primera reunión de Obama con Felipe VI, que se celebró tres meses después de la proclamación del monarca español, ambos tuvieron ocasión de hablar de la presencia hispana en Estados Unidos.

No hubo confirmación sobre si los dos jefes de Estado comentaron la posibilidad de una próxima visita de Obama a España y tampoco sobre si examinaron las perspectivas económicas de este país y sus expectativas de recuperación en el capítulo dedicado a examinar las relaciones económicas bilaterales.

El rey de España mantuvo posteriormente entrevistas con los presidentes de Corea del Sur, Park Geun-hye, y de Túnez, Moncef Marzouki, antes de regresar, acompañado por la reina Letizia, al Hotel Waldorf Astoria para asistir a la recepción ofrecida por Obama a todos los jefes de delegación participantes en la Asamblea General de la ONU. Por la mañana, el monarca intervino por primera vez ante la ONU con un discurso en la Cumbre sobre el Cambio Climático, en el que animó a todos los países a forjar un compromiso global y duradero y acelerar el paso ante un reto que, subrayó, ha adquirido una mayor urgencia y amenaza los equilibrios básicos que hacen posibles la vida y la continuidad de la civilización.

En las pausas entre su actividad en la sede de la ONU y sus compromisos bilaterales, acudió a las oficinas de la misión española en la ONU, donde firmó, en el ejercicio de sus funciones constitucionales, el decreto correspondiente al relevo de Alberto Ruiz-Gallardón como ministro de Justicia. Por su parte, la reina Letizia se reunió por la mañana, en tres encuentros consecutivos, con los máximos responsables de Unicef, la OMS y la FAO, con quienes examinó proyectos de colaboración y, en el caso de las dos últimas organizaciones, abordó los preparativos de la Cumbre de Roma sobre Alimentación, que tendrá lugar en noviembre.